capítulo treinta y cuatro: you're on your own, kid pt.1

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— Hola pa'. ¿Que sueñas hoy? —, Francisco toma asiento al lado de la camilla de su padre y toma su mano.

Ya van tres semanas desde el accidente y a pesar de que Esteban y el doctor Jiménez le han asegurado que el hombre va por muy buen camino, Fran no puede evitar sentir ansiedad al ver que su padre no ha mostrado ninguna de señal de querer despertar.

— Hoy estuve haciendo dibujitos con los niños de la escuela y Bruno te dibujó a ti. Todavía se acuerda de la vez que le regalaste un chocolate —, Fran ríe con melancolía. — Hay mucha gente que quiere que despiertes, pa'. El mundo no es lo mismo sin ti. Aunque no lo creas, extraño hasta tus chistes.

Sus ojos miran con intensidad a su padre, rogándole que se despierte, que le diga que está de vuelta en este mundo. No pasa nada y como cada día que ha venido a ver a su padre: Fran pierde un poco más de esperanza.

Se queda unos minutos más en la sala, contemplando a su padre en silencio y rogándole a todos los Dioses del universo que le devuelvan a su padre.

Deja un beso en la frente del hombre y en silencio se retira de la sala; cerrando la puerta suavemente tras él, recordando que su papá odia los ruidos fuertes.

Camina por el pasillo hasta el ascensor que da al piso de la oficina de Esteban, según tiene entendido, a su novio le quedan más o menos cinco minutos para su hora de almuerzo y la verdad, necesita de su presencia para darse un poquito más de fuerzas.

Norma lo saluda con una sonrisa agradable que Fran le devuelve con entusiasmo, no entiende muy bien cómo esta mujer tan maravillosa puede ser de la principales razones del estrés laboral de Esteban. La mujer le cuenta que Esteban está solo en la oficina, así que no hay problema con que Fran entre. El ojiverde le agradece con una leve sonrisa y se da paso a la oficina.

— Norma, te dije que toques la puerta antes de entrar —, Esteban no levanta su vista de los papeles que se encuentra analizando y Francisco aprovecha para contemplarlo un par de segundos.

¿Desde cuando Esteban usa lentes para leer?

— Pero a mi no me dijiste que tocara la puerta para entrar —, Francisco responde y suelta una pequeña risa al ver cómo su novio levanta su cabeza sorprendido. — ¿O acaso tienes miedo de que entre por sorpresa y te pille haciendo cosas malas? —, Fran bromea.

Esteban tira su silla hacia atrás, así Francisco puede acercarse a él y sentarse en sus piernas. Francisco obviamente no desaprovecha tal invitación. Los brazos del mayor abrazan su cintura con fuerza y él abraza su cuello. Los dos comparten un corto beso.

— ¿Viniste a ver a tu papá? —, Esteban pregunta con su voz suave. Francisco asiente con una sonrisa triste. — ¿Como lo viste? Hace poco el doctor Jiménez vino y me dijo que su proceso iba bien.

Fran hace un leve puchero y baja su cabeza. — Todos dicen que avanza bien, pero mi papá no despierta —, murmura haciendo que Esteban suelte un leve suspiro.

— Fran, lo que le pasó a tu papá no fue algo leve y tuvimos la suerte de que alcanzamos a detener todo antes de que fuera aún más grave. Tienes que dejarlo tener su proceso, y lamentablemente, entender que cuando tu papá despierte, le va a costar volver a ser el mismo.

Quizás es por los años de experiencia o parte de su entrenamiento profesional, pero Francisco admira la manera en la que Esteban habla sobre sus pacientes; el hombre es directo y real, pero no de una manera dura, sino que suave, conectándose con los familiares de sus pacientes y eso es hermoso.

Francisco no sabe que decir, así que solo une sus labios con los de Esteban, intentando transmitir su agradecimiento de esa manera.

love me right | esteban x francisco. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora