love me right | esteban x francisco.

capítulo doce: seven

Esteban no alcanza a entrar a la casa de su padre cuando es increpado por este mismo. Como por arte de magia su cerebro se apaga y vuelve a ser el Esteban pequeño que era regañado hasta por respirar.

— ¡¿Supiste la tontería que hizo tu hermana?! —, si padre le grita en la cara y Esteban no puede hablar, así que decide responder negando con la cabeza. — ¡Le dio por tener novio! Yo recuerdo muy bien que le tengo prohibido tener novio, al menos hasta que termine la universidad. Si quiere ser una gran profesional como tú, debería intentar ser como tú.

Esteban se siente raro, esta es de las pocas veces donde su padre lo hablaba, pero no lo hace por el cariño de un padre orgulloso, lo hace para dañar a su otra hija. Su padre es muy bueno dañando a sus hijos.

También es de las pocas veces donde agradece que Julia intervenga en las conversaciones familiares, porque su voz, realmente decidió esconderse.

— Eduardo... no arruinemos la velada por culpa de tu hija. Hagamos lo que mejor sabemos hacer, ignorarla.

Ahora su voz quiere salir, gritarle en la cara a esa señora que sea mejor que no se meta con su hermana, pero es él quien la retiene ahora.

Su padre suelta un suspiro de enojo, pero termina por ceder, haciéndose a un lado para que Esteban y Martina por fin puedan entrar a la casa. El camino hasta el salón es silencioso e incómodo.

Claudia se encuentra en el sofá, acompaña de un chico, Esteban recuerda haber escuchado el nombre de él, pero al parecer a su memoria pareció no importarle mucho aquella información.

— Esteban... —, la voz de Claudia no es la de siempre, es una llena de miedo, temblorosa. Esteban siente su mundo derrumbarse. — Este es Daniel, mi novio.

Esteban se encuentra en un lío; por un lado podría hablarle bien al chico y enojar a su padre y por otro lado, podría hablarme mal al chico y enojar a su madre. Desea que haya una tercera opción, algo así como "fingir demencia y escapar del país hasta que todos se olviden de tu existencia."

— Es un placer por fin conocerte —, al mismo tiempo que le da un apretón de manos a Daniel puede sentir la mirada molesta de su padre a sus espaldas, pero nada le importa, y que en ese mismo momento, su pequeña hermana le está sonriendo.

"Claudia tiene la misma sonrisa que mamá. Siempre he envidiado eso."

🫀

Esteban no puede decidir bien cuál fue la peor parte de la cena; si ver cómo su hermana y su padre se tiraban miles de indirectas que muchas veces terminaban con Esteban teniendo que intervenir o que por culpa de todo esto, tuvo que seguirle la corriente a Martina y Julia para que en la mesa haya un poco más de "amabilidad y unidad".

Aprovecha un momento para ir a su antiguo cuarto y salir al balcón para fumar. No dura mucho tiempo solo, ya que puede oír como la puerta de su cuarto de abre.

— ¡Perdón! Estoy intentando encontrar el baño. Tu padre no dejó que los trabajadores me dijeran y tampoco dejó que Clau me acompañe —, Esteban mira fijamente al chico, puede notar que le tiene un poco de miedo y eso le causa un poco de gracia.

— Es el cuarto de al lado —, Esteban le dice con un tono más o menos frío, no lo hace a propósito. El chico le sonríe con nervios y se apresura para salir del cuarto. — ¡Espera!

El chico se detiene, Esteban puede ver el miedo en su cara. El silencio hace que el chico se ponga cada vez más nervioso y Esteban decide que es suficiente tortura por el momento.

"Muestra tu peor lado, antes que el mejor. Así sabrán qué pasa si te hacen enojar".

— Claudia es lo mejor que tengo en mi vida —, Esteban pone su voz más gruesa y el chico se asusta un poco más. A Esteban cada vez le es más difícil no reírse. — Cuídala, y mucho. No todos los días te encuentras mujeres tan maravillosas como ella.