END GAME~ (Peeta Mellark)

𖦹12🏹

Mi dulce y lindo panadero yendo a rematar a alguien, genial..,¿de qué otra faceta suya debo enterarme?

—Vamos, chico amoroso —le dice el del Distrito 2—, compruébalo tú mismo.

Veo de reojo a Peeta, iluminado por una antorcha, dirigiéndose a la chica de la hoguera. Tiene la cara amoratada, una venda ensangrentada en el brazo y, por el sonido de sus pasos, cojea un poco. Recuerdo cómo sacudió la cabeza para decirme que no fuese por las provisiones, mientras que él planeaba meterse en la refriega desde el principio. Justo lo contrario de lo que le había dicho Haymitch.
¡A nadie del Distrito 12 se le habría ocurrido algo semejante! Lo mires por donde lo mires, los tributos profesionales son malvados, arrogantes y están mejor alimentados, pero sólo porque son los perritos falderos del Capitolio. Todo el mundo los odia profundamente. Ni me imagino lo que estarán diciendo de Peeta en casa, ¿y él tiene el valor de hablarme de vergüenza?

Está claro para mi que lo del chico noble del tejado y el enamorado delante de mi habitación eran otro de sus jueguecitos, y van a ser los últimos. Esta noche desearé que su muerte aparezca en el cielo, si no lo mato yo antes. Me importa tres carajos nuestra promesa ahora. Aunque me costará olvidarme del beso...
No.
Se encargó de endulzarme con su papel de enamorado para que le tenga piedad y no lo ahorque a la primera chance que tenga.
Y ahora no sé qué creer.

Extraño a mi Peeta de hace 2 semanas.

Los tributos profesionales guardan silencio hasta que sale de su alcance, para después hablar en voz baja.

—¿Por qué no lo matamos ya y acabamos con esto?
—Deja que se quede. ¿Qué más da? Sabe utilizar bien el cuchillo.

¿Ah, sí? Eso también es nuevo; cuántas cosas interesantes estoy aprendiendo de mi amigo Peeta.
—Además, es nuestra mejor baza para encontrarla.

Tardo un momento en darme cuenta de que hablan de mí.

—¿Por qué? ¿Crees que la chica se ha tragado la cursilería romántica?
—Puede. Parecía bastante simplona. Cada vez que la recuerdo dando vueltas con el vestido me dan ganas de vomitar.
—Estoy seguro de que burlar a los vigilantes para tener tan baja nota fue parte de su estrategia.
—Seguro que el chico amoroso lo sabe.

Se callan al oír que vuelve Peeta.

—¿Estaba muerta? —le pregunta el chico del Distrito 2.
—No, pero ahora sí —responde Peeta. En ese momento suena el cañonazo—. ¿Nos vamos?

La manada profesional sale corriendo justo cuando despunta el alba y los cantos de los pájaros llenan el aire. Me quedo en mi incómoda postura durante un rato más.

Necesito bajar, seguir adelante, pero, por un momento, me quedo tumbada donde estoy, digiriendo lo que he oído. La chica boba a la que hay que tomarse en serio porque sabe usar un arco a pesar que haya sacado un cinco estando con los vigilantes. Eso Peeta lo sabe mejor que nadie.
Sin embargo, todavía no se lo ha dicho. ¿Está guardándose la información porque sabe que es lo que lo mantiene con vida? ¿Sigue fingiendo que me ama de cara a la audiencia? ¿Qué se le estará pasando por la cabeza?

La audiencia habrá estado como loca, sabiendo que estaba en el árbol, que he oído la conversación de los profesionales y que he descubierto que Peeta está con ellos. Hasta que averigüe cómo quiero utilizar la información, será mejor que actúe como si estuviese por encima de todo. Aunque haya estado perpleja y confundida hasta hace un rato.
Tiene que parecer que voy un paso por delante de ellos.

Me bajo del árbol y llego a la zona iluminada por el alba, me detengo un segundo para que las cámaras puedan captarme, inclino la cabeza ligeramente a un lado y sonrío con suficiencia. ¡Ya está! ¡A ver si descubren lo que significa!
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Holaa, qué tall??
un cap cortito x ahora🤭