¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Es el primer beso en los Juegos del que ambos somos plenamente conscientes.
Ninguno está debilitado por la enfermedad o el dolor, ni tampoco desmayado; no nos arden los labios de fiebre ni de frío. Este beso es porque ambos lo queremos. Porque ambos nos queremos.
Es un beso que de verdad hace que se me agite algo en el pecho, algo cálido y curioso. Justo como el primero, ese que le di la noche antes de venir a este infierno.
Un beso que me hace desear un segundo.
Y lo ansío demasiado. Y noto que Leh también lo quiere.
Nos separamos y ella se acerca nuevamente pero no podemos, veo que su vendaje empieza a mancharse de sangre, la herida se abre nuevamente. Le doy un pequeño beso en la nariz. Noto un poco de decepción en su cara a pesar de la poca luz nocturna que nos proporciona la abertura de la cueva.
Pero ya tendremos el tiempo del mundo para besos cuando estemos en casa.
—Creo que tu herida vuelve a sangrar. Recuéstate. De todos modos, es hora de dormir.
Dejo que haga el primer turno bajo la condición de que se meta en el saco de dormir también, ella accede sin pelear (algo increíble), pero el frío nos tiene temblando a los dos. Le ofrezco mi brazo para que use de manera de almohada, me atrevo a poner el otro alrededor de ella, ahora mas que nunca quiero protegerla.
Logro dormir con la calma y tranquilidad que solo me lo proporcionaba el saber que la tenia a mi lado, para protegerla y si lográbamos salir de aquí también la podría tener para quererla, al igual que siempre; pero ahora, siendo mi amor correspondido.
Al otro día, diluvio continúa, como si los Vigilantes intentaran ahogarnos a todos.
A excepción del hambre me siento bien, no hemos hablado de nuestro último beso ni nuestras intenciones pero no lo creo necesario. Pasamos el día acurrucados en el saco de dormir, Leah se duerme por la tarde y yo no puedo evitar quedar hipnotizado por ella.
Me siento hambriento. Nuestra única esperanza en este momento son nuestros mentores.
— Peet —dice Leah en un momento, sorprendiéndome ya que creía que estaba dormida. —Cuéntame algo, me aburro—continuó y me sonrió. —Mmh...—sonrío y no se me puede ocurrir nada...—¿Recuerdas cómo comenzamos a ser amigos?—Ella entrecierra los ojos, tratando de recordar, pero niega.
—Bueno, desde ese día que Mark y Tom se pelearon, ¿Lo recuerdas? —asiente—Bueno, cuando me golpearon y tú me ofreciste tu pañuelo para que seque mis lágrimas supe que esto no iba a quedar en la nada. Y luego el beso en mi mejilla cuando te di las galletas...no encuentro explicación de lo que sentí, pero te juro que en ese instante me enamoré perdidamente. Intenté conformarme siendo tu amigo. Entonces, durante los siguientes 11 años traté de decirte lo que sentía.
—Sin mucho éxito.—sonrió, con las mejillas como tomates. —Sin mucho éxito. Así que, en cierto modo, el que saliese mi nombre en la cosecha fue un golpe de buena suerte.
Miro a Leah, tiene una expresión de incredulidad y alegría, pero la conozco, y creo que debe de pensar en la posibilidad de que esté mintiendo, y espero que pronto se de cuenta de que no lo hago.
—Tienes una... memoria asombrosa—comenta, vacilante. —Lo recuerdo todo sobre ti— respondo, mientras acomodo un mechón de cabello detrás de su oreja —Eras la única que no se daba cuenta. —Ahora sí. —Bueno, aquí no tengo mucha competencia. — No tienes mucha competencia en ninguna parte.
_______________________ Holis! cap cortito xq estoy corta de ideas 😕😬 Se me ocurrió que les gustaría leer un poco del pov de Peeta...¿qué piensan?
