Nuestras Canciones (Sobre El Amor Y Sus Efectos Secundarios) || Morat

Maldita costumbre

El último ensayo antes de regresar a clases, especialmente con un evento tan próximo, implicaba una gran cantidad de presión para la banda y era muy importante, todos lo sabían, pero en ese momento, Simón tenía otras muchas cosas ocupando su mente como para prestar la atención necesaria, incluso a la hora. Alejandro llegó pronto como de costumbre, y fue recibido por Martín y la noticia de que Simón había estado en su habitación desde hacía demasiado tiempo como para estar listo para el ensayo, por lo que sería conveniente que alguien, como él, fuera a revisar que estuviera bien.

Alejandro no muy convencido de la idea, puesto que sentía que se estaba metiendo en una pelea de hermanos en la que no quería tomar partido, se dirigió a la habitación de Simón y dio dos toques a la puerta antes de pasar.

- Quiubo, Moncho, ¿Todo bien?

- Ah, Alejo, ¿Ya es hora del ensayo?

- Pues no en punto, pero casi, ¿Está bien?

- Sí, sí, me distraje un momento, pero ya mismo me preparo

- ¿Desde cuándo es usted tan distraído? ¿Está bien?

- De pronto es el regreso a clases

- Uy, Moncho, si va a inventarse una mentira intente que sea mejor

- ¿Es que no puede preocuparme regresar a clases?

- Sería la primera vez

- Ja, ja, sí...

- ¿Qué pasa?

- No importa

- Pues, debe ser importante si lo tiene así

- De verdad que no es nada

- Yo lo conozco y no va a estar enfocado hasta que no me cuente

- Bueno, tiene un punto

- ¿Y entonces?

- Es sobre lo mismo del secreto

- ¿De su cita secreta?

- No me gusta mucho que lo diga de esa forma, pero sí

- ¿Y qué pasó?

- Terminamos

- ¿Cómo así? ¿No es que le iba a contar a Marto?

- Pues creo que ya no

- ¿Y eso por qué?

- Algunas situaciones

- Mire, no soy quien para juzgarlo ni mucho menos, pero es que, Simón, usted cambia de pareja como si fuera competencia. ¿No le parece que es un poquito extraño?

- Pues, yo sé bien mis motivos

- No, claro, sus motivos tendrá, pero como que no funcione con nadie y tan seguido, hace parecer como que algo pasa

- Pues simplemente así pasa, es obvio que me gustaría que funcionara pero no es así

- Pues, sí, entiendo, pero...

- ¿Cómo va, Moncho? ¿Es que se enfermó? -preguntó Isaza llegando a la habitación

- Ah, quiubo, Isa, no, no, todo bien -respondió Simón

- Eso dice, pero yo creo que de pronto igual y sería mejor cancelar el ensayo -intervino Alejo

- ¿No se siente bien? -preguntó Isaza

- Podría decirse así -respondió Alejandro

- ¿Usted quiere cancelarlo, Moncho? -dijo Isaza

- No, no, por mí bien seguir con el ensayo -dijo Simón