Villa estaba estresado, las evaluaciones parciales parecían indicar que su nota iba a ser menor a la que esperaba. Le molestaba cuando este tipo de cosas pasaban, tenía todo para obtener la calificación perfecta, y, de alguna manera, había ocasiones en que no lo conseguía; debía esforzarse más. Salió de la escuela con un montón de ideas en la cabeza, planes para organizarse mejor, sacrificios en sus pasatiempos, lo que fuera necesario para corregir ese error; esperando que eso resolviera el problema. Sin embargo, si Villa le hubiera contado sobre sus preocupaciones a cualquiera de sus amigos, más de alguno le habría hecho ver que, en realidad, su problema no era la nota que podría llegar a obtener, que, siendo honestos, no podría importarle menos sabiendo que se había esforzado y que no podía ser baja de cualquier manera, sino que, lo que en realidad le preocupaba, era esa necesidad constante de demostrar que sí podía, que la banda no era un obstáculo para su educación, que era perfectamente capaz de balancear ambas cosas sin arriesgar la una ni la otra, que no había necesidad de cerrar esa otra puerta que era la música.
Quienes conocían, de verdad, a Villa, sabían lo mucho que le encantaba la música y lo poco que le apasionaba su carrera en comparación; lamentablemente, no había tantas personas a quienes dejara conocerlo tan bien, por eso era sencillo engañar a la mayoría, que ignoraban el hecho de que ser bueno en algo no significa que lo disfrutes, y Villa era demasiado bueno siendo un gran estudiante. Sin embargo, era también un gran músico, a quien solo le faltaba algo de confianza en su capacidad para atreverse a hacer lo que realmente quería. Mientras tanto, lidiaría con el conflicto de otras maneras.
Afuera de la institución, esperó por varios minutos a que alguno de sus amigos apareciera, al inicio con la intención de desahogarse, pero conforme avanzaba el tiempo, con el simple deseo de distraerse. Sin embargo, no lograría ninguna de ellas, puesto que después de un tiempo se hizo evidente que los chicos no iban a aparecer. Decidió escribirle a Isaza para preguntar en dónde estaba, y este le respondió que había salido antes, mientras que ni Alejandro ni Simón respondieron los mensajes ni llamadas. Así que finalmente se dio por vencido y salió en dirección a casa, ya los vería más tarde en el ensayo.
Isaza se dirigía a casa de los Vargas, temprano, como solía hacer últimamente, decidido a, esta vez finalmente, trabajar con Martín. Caminaba calmado y alegre, con una sonrisa en el rostro mientras pensaba en alguna cosa para decirle al chico y burlarse por su fallido intento de mantenerse despierto toda la noche. Pensó en si debería enviarle un mensaje para avisar que llegaría pronto, pero descartó la idea pensando que sería más gracioso verlo en persona y saludarle con algo gracioso respecto a lo de anoche. Viendo que se acercaba, eligió una frase de entre todas las que había pensado durante el camino, listo para soltarla cuando, muy seguramente, Martín abriera la puerta. Llamó y después de unos momentos esta se abrió
— Hey... —comenzó Isaza
— Ah, hola, Isa, pase —le interrumpió Martín entrando él mismo a la casa
Isaza pasó y cerró la puerta tras de sí para seguir al chico, extrañado.
— ¿Pasa algo, Marto? -preguntó algo preocupado
— No, no —respondió Martín distraídamente
— ¿Seguro? ¿Es por lo de anoche? Porque... —Comenzó Isaza atropelladamente, interrumpiéndose una vez que llegaron a la sala- Ah, hola -dijo al ver a la chica sentada en el sillón mirándolo confundida
Martín miró alternadamente al incómodo Isaza y a la extrañada chica que le saludaba con un gesto de la mano y parecía querer ocultarse bajo los cuadernos que tenía frente a sí.
— Umm... Es el primero en llegar —dijo Martín
— Sí, eso pensé... —dijo Isaza sin saber muy bien qué hacer— Bueno... voy al garaje a... esperar a Alejo o Villa
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Nuestras Canciones (Sobre El Amor Y Sus Efectos Secundarios) || Morat
FanfictionMorat comenzó como una banda local Bogotana, conformada por cuatro chicos jóvenes, con vidas y problemas cotidianos de los que no podrían escapar incluso cuando su sueño de alcanzar la fama a través de su música se hiciera realidad. Juan Pablo Villa...