Di que no te vas

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Cuando se abrió la puerta, se encontró con el menor de los hermanos Vargas.

— Quiubo, Marto

— Ah, Alejo, pase. Simón dijo que quería dormir, pero igual va a querer estar listo para el ensayo, así que...

— Bueno, igual Moncho no duerme mucho, lo espero —dijo el chico entrando

— Ah, es que... —comenzó Martín siguiéndolo

— Que... Ah, hola —dijo viendo a la chica sentada en la sala

— Hola —respondió la chica con una sonrisa tímida

— Bueno, yo me voy a buscar a Simón —dijo Alejandro continuando su camino

— Sí, sí —dijo Martín en su dirección para luego volverse hacia la chica

— Perdón, no esperaba que llegara tan pronto, ni siquiera Isaza ha llegado jaja

— ¿También está en la banda?

— Sí, de hecho normalmente él es quien antes a los ensayos, aunque normalmente es más tarde

Sarah se mostró algo confundida, puesto que, por lo que había visto, las cosas eran diferentes, sin embargo decidió no preguntar al respecto, a fin de cuentas no era asunto suyo.

— Oh, ya veo. Y ¿Qué toca su banda? —preguntó desviando el tema

— Normalmente tocan covers, pero ya tienen una canción propia

— Cool, me gustaría verlos alguna vez —comentó sin pensar

— Ah, sí, claro. Solo tocan en bares por el momento, pero si hay algún evento en otro lugar te puedo avisar —ofreció Martín amable

— Okay —dijo la chica sin saber muy bien cómo tomarse la respuesta de Martín. Decidió volver a escribir — Se me ocurre que podemos añadir algo así— dijo después de un momento tendiéndole el escrito al chico

— Sí, sí, me parece

Mientras los chicos continuaban su trabajo, Alejandro encontró a Simón recostado en su cama dando la apariencia de estar dormido, pero debido a la visita no podía regresar a la sala, así que decidió despertarlo.

— Simón —dijo en voz baja mientras se acercaba — ¿Está durmiendo?

— Ah, Alejo, no, no —respondió incorporándose— Estaba descansando solamente

— Oh, ¿Quiere que me vaya? Iba a esperar con Martín, pero está ocupado

— Ah, sí, está con un trabajo escolar. No, no hay problema, podemos esperar aquí o ir a tocar un poco mientras es tiempo de que lleguen Isa y Villa

— A mí cualquiera me parece bien

— Pues quedémonos aquí un poco más y más tarde vamos a esperar a los otros

— Bueno, bueno ¿Y usted qué se cuenta? ¿Cómo le va con la escuela?

— Pues simplemente me va

— ¿Le sigue costando trabajo?

— Sí —suspiró, quería hablar, decirle que estaba preocupado, que creía que la banda había sido el problema, que necesitaba menos tiempo de ensayo y más para las tareas, que de no haber sido por lo del evento y su promesa de no volver a faltar o retrasarse en los ensayos, habría podido con eso; lo había pensado antes, pero simplemente no pudo— Después me repondré— dijo simplemente

— Sí, seguro —le aseguró Simón, alentándolo

— Y bueno, ¿Ha escrito algo? Ve que Isaza ya no quiere —bromeó Alejandro

Nuestras Canciones (Sobre El Amor Y Sus Efectos Secundarios) || MoratDonde viven las historias. Descúbrelo ahora