Malta en d̶e̶s̶concierto

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Después de todas las tensiones y preocupación, el día del evento había llegado, y todo el esfuerzo y las faltas se iban a ver reflejadas en el escenario, frente a un grupo de personas que habían puesto sus expectativas en ellos y su talento, sin duda, la presión continuaba. Por todo ello, Villa decidió llegar antes para asegurarse de que todo estuviera en orden y calmar su ansiedad un poco. El resto de los chicos comenzaron a llegar uno a uno y se prepararon para tocar; alistaron los instrumentos y repasaron una vez más el orden de las canciones antes de anunciar que estaban listos para tocar. El show comenzó con la aplausos y animación por parte de los presentes, quienes parecían notar lo nerviosos que estaban mientras los animaban para tratar de darles confianza. La primera canción e incluso la segunda fueron exitosamente tocadas, lo cual, en conjunto con el ánimo de los presentes, relajó un poco los nervios de los cuatro, se sentían confiados, después de todo, eran canciones que conocían, no había razón para que algo saliera especialmente mal, habían hecho esto muchas veces; sin embargo, el momento de tocar la nueva canción llegó, no debería ser un problema, era sencilla, para todos, todo debía salir bien; comenzaron a tocar, todo parecía ir bien, pero Alejandro estaba preocupado, ¿Realmente recordaba la canción? ¿Y si la olvidaba? ¿La estaba tocando bien? Isaza le lanzó una mirada desde su lado mientras trataba de seguir cantando, no se había dado cuenta de que estaba acelerado; no era extraño dado que estaban en una presentación y eso solía pasar, pero debido al tiempo que habían tenido antes del evento para ensayar esa canción, había partes que ni Isaza ni Villa se sentían preparados para tocar a una mayor velocidad todavía, y él lo sabía, se supone que lo sabía, habían hablado de ello y él aseguró que iba a estar concentrado durante esa pieza para tratar de evitarlo; trató de volver al ritmo normal. Sin embargo, ese pequeño suceso logró que Alejandro volviera a estar sumamente nervioso como al inicio; a continuación venía "la última vez", sabía cómo tocarla, era sencilla, la conocía; quizás ahí podría volver a relajarse; conforme la canción avanzaba parecía que todo había vuelto a marchar bien, miró a sus amigos, alegre de poder disfrutar de ese momento y de poder relajarse, por un momento recordó lo mucho que le gustaba hacer esto, lo divertido y satisfactorio que era compartir su música con otros, se sintió feliz de lo sencillo que se sentía todo de nuevo, demasiado sencillo quizás, definitivamente demasiado sencillo; había perdido un remate, comenzó a preocuparse de nuevo, pero trató de recordarse que probablemente el público no lo notaría, especialmente porque no conocían la canción, pero intentó concentrarse de nuevo para evitar más errores.

Cuando hubieron terminado, los despidieron con aplausos, pero los chicos no disfrutaron realmente de los vítores, había una sola cosa en sus mentes. Hubo errores, quizás del tipo que resulta imperceptible para la mayoría de la audiencia, sin preparación musical, pero errores a final de cuenta; los cuatro chicos estaban avergonzados y preocupados. Una vez que hubieron terminado de guardar los instrumentos y estuvieron listos para partir, se reunieron afuera del lugar para hablar un momento antes de ir cada uno a sus casas.

— Uff, eso estuvo horrible, huevón —dijo Simón

— Sí, bastante —dijo Isaza serio

— Muchachos, lo siento, yo sé que fue mi culpa, los errores fueron míos y se supone que debería guiarlos —comenzó Alejandro— Voy a tratar de ser más juicioso con los ensayos

— Bueno, ya no importa —dijo Simón

— Pues ahora mismo ya no importa mucho —respondió Villa— Y mientras no tenemos compromiso tampoco, ahí podemos tomarnos los ensayos más a la ligera, porque lo hacemos por nosotros, pero ahora estamos hablando de otras personas, de oportunidades y de cómo podemos perderlas si este es el tipo de show que vamos a dar, entonces sí importa

— Villa, lo entiendo, pero es que de verdad tuve muchos...

— Alejo, usted no es el único con problemas y obligaciones, pero todos acordamos comprometernos con la banda, y como dice Villa, esto ya no es solo entre nosotros —intervino Isaza

— Isa... —comenzó a decir Simón

— No, Moncho, muy bien que tenga sus cosas, pero es que ni siquiera se molestó en avisarnos a tiempo. Llegaba cuando podía y no respondía los mensajes ni llamadas, si necesitaba tiempo pudo habérnoslo dicho, pero en lugar de eso complicó las cosas y ahora estamos aquí. Tocamos nuestras canciones de la peor manera posible para ser la primera vez que alguien las escuchaba, y probablemente nos va a traer consecuencias

— Isa, entiendo que esté molesto por lo del evento, pero es que usted es el que tiene problema conmigo, Simón y Villa entienden que las clases de pronto pueden llegar a ser mucho —respondió Alejandro

— A mí también me molesta, Alejo —dijo Villamil— los dos sabemos lo que es preocuparse por cumplir obligaciones de la escuela, pero los cuatro estamos estudiando, y de todos usted es el único que ha fallado, y no es que no lo entienda, pero como dice Isa, si nos hubiera contado quizá habríamos podido hacer algo en lugar de venir a presentar un show de mierda como hoy

— Bueno, creo que ya todos desahogaron sus puntos —intervino Simón— y sí, Alejo se equivocó, pero ya no podemos hacer nada; si no es con esta misma gente ya conseguiremos algo más, no siempre los tuvimos a ellos y llegamos a esto. Todos estamos muy estresados y cansados, y creo que deberíamos relajarnos antes de que digamos algo que en realidad no queríamos

Isaza asintió de mala gana estando de acuerdo mientras Alejandro los miraba expectante en busca de una señal de que se habían calmado.

— Podemos ir a mi casa y les invito algo —continuó Simón

— Creo que deberíamos descansar —dijo Villa

— Estoy de acuerdo —dijo Isaza

— Sí, sí, es lo mejor —añadió Alejandro un tanto desanimado

— Bueno... Nos vemos entonces —concluyó Simón

Los cuatro chicos comenzaron a avanzar en silencio, incluso los que durante un tiempo iban en la misma dirección, ninguno sentía la energía para hablar y, ciertamente, no había mucho más que decir. Cuando cada uno estuvo en su respectivo hogar se dispusieron a descansar y, al llegar a casa, Simón fue recibido por Martín

— Quiubo, Malta —exclamó el chico al escuchar la puerta mientras esperaba en la sala la aparición de los cuatro chicos

— Quiubo, Marto —dijo Simón con poca energía

— ¿Y los demás?

— No fue un buen día, Marto

— ¿Qué pasó?

— Unos problemas con el evento

— ¿Con quien los contrató?

— No, no, de nosotros

— ¿Se pelearon?

— No, no, bueno, casi. Isaza se puso algo raro otra vez con Alejo

— Uy, ¿Pero cómo estuvo?

— Marto, si quiere mañana le cuento, ahora estoy muy cansado

— Ah, sí, sí, vaya

Martín se quedó sentado pensativo mientras Simón se dirigía a su habitación, pensó un momento antes de  tomar su teléfono para escribir un mensaje 

Martín: Quiubo Isa, Moncho ya me contó lo del evento, todo bien?

Se detuvo un momento antes de enviarlo, no había verdaderamente una razón para preguntar cómo estaba, ¿O sí? Después de todo, lo que hubiera pasado le afectaba a todos y de cualquier manera iba a verlos en el siguiente ensayo, podía hablar con ellos entonces; además, probablemente Isaza estaría ya dormido para ese momento, todos debían estar cansados y necesitarían descansar, él también debería descansar; decidió borrar el mensaje e irse a dormir, tendría mucho tiempo para hablar con Isaza y el resto sobre lo que había pasado después.



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¡Nuevo capítulo! Finalmente jaja, perdonen el retraso, pero ¿Qué sería de un autor de fanfic sin sucesos trágicos en su día a día XD

Trataré de volver a actualizar más constantemente, disfruten, ojalá les guste.

Nuestras Canciones (Sobre El Amor Y Sus Efectos Secundarios) || MoratDonde viven las historias. Descúbrelo ahora