Tengo 17

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Christopher se quedo dormido con la menor, la abrazo y la presiono entre su pecho, amaba tanto tenerla asi, pero odiaba no poder ir mas haya, pero se contenía, era una niña ahora mismo y no iba a ir mas haya.

Por la mañana se levantó y empezó a inspeccionar la habitación de la menor, hace mucho ya habia encontrado uns libreta que tenia sus "16 deseos" como si fuese la película, también queria intentarlo.

El mayor le preparo el desayuno, se sentia un poco agotado, espero unos minutos y escucho pasos suaves.

—buenos dias—estaba de espaldas termiando de servir.

—ahm ¿buenos dias? ¿señor?—duda.

La voz de Abril se escucha delicada pero un poco mas a la que el mayor ya estaba habituado, por un segundo piensa que todo volvio a ser lo que era, hasta que escucho el "señor".

—ya esta el desayuno—deja el sarten y la mira.

—okay—.

Abril se sienta y intenta recordar todo, tomarselo con calma.

—¿papá?—llama a Chan.

Chan sonrie y deja los platos en la mesa mientras se sienta frente a ella —puedes llamarme papi, pero papá asi de pronto, me envejeces—ataca.

—ah lo lamento—apenada se sonrroja.

—esta bien, ahora desayuna, subes y te arreglas, te bajas a la sala cuando estes lista—ordena.

[Abril]

Estaba muy confundía con lo que estaba pasando, no sabia con exactitud que sucedia pero me relaje y terminé el desayuno, luego me dijo que saldriamos, con 17 años viendo mi closet negue rotundamente, hasta que en el fondo encontre mi ropa ideal, una minifalda rosa de tablones, con una blusita de una tela suave y color rosita, todo con un sueter que parecía kimono y para salir no me sentiria muy avergonzada, me puse unas calcetitas rositas y unos tenis, ya que no tenia muchos zapatitos, me vi en el espejo y al final decidi que para tener un aspecto mejor, como el de quien me espera afuera, debia ponerme mejor unas sandalias tipo tacones, estas eran blancas y combinaban muy bien, me quite las calcetas y tenis y me puse esas sandalias.

Me pinte los labios con tinta, un poquito de rubor, rimel, no sin antes enchinarme las pestañas, peinarme las cejas y ponerme ilumiador. Me peine el cabello solamente, lo llevaria suelto, me vi y salí. Mi mayor estaba esperandome afuera, vestia todo de negro pero se veia tan sexy y natural, no le costaba trabajo y no necesitaba nada extra.

—ven—me tomo del brazo con suavidad, me lleva hasta el coche.

Chan abre la puerta, me ayuda a entrar, se porta todo un caballero.

—espero que te guste la ambientación, vamos a el centro comercial—me sonrie.

Al principio no tomo confianza, miro mis piernas y siento que salí con ropa corta, intento bajar mi falda pero no funcionaria, hasta que el pone su mano en mi falda y la sube un poco mas.

—no arruines tu comodidad—me detiene y sigue consumiendo con su otra mano—ni mi vista—susurra.

Yo me sonrrojo pero me tranquilizo, mantenemos una charla muy superficial pero no puedo dejar de ver sus brazos, las venas que sobresaltan de ellos, y como aprieta cuando ds vuelta.

—me gustan tus brazos—confieso.

—¿ah si? ¿que te gusta de ellos?—cuestiona mientras sigue el camino.

—no lo se, parecen fuertes, me pregunto que tan bien aprietan—solte sin pensar, luego me arrepentí.

—lo comprobaremos luego—coquetea.

Llegamos al centro comercial, me ayuda a bajar del auto.

—ahora si, mi niña linda—me sonrie—vamos a comprarte ropa y zapatos hoy, luego vamos a ver si encontramos una bolsa o maquillaje, accesorios—acompleta.

Me quede mirandolo fijamente ¿a que se deben tantas atenciones?

—hoy ¿es un dia importante?—indago.

El toma mi mano con suavidad y la entrelazo.

—todos los dias son importantes si estas a mi lado—.

Caminamos por el centro comercial, aunque en un inicio estaba apenada por escoger algunas ropas, el solo me decia lo lindoq ue se veria.

—estos—le muestro un vestido de seda rojo y ajustado, el otro era lila de una tela mas suelta y menos elegante—¿cual me quedara mejor?—le pregunto con un sonrrojo.

—el rojo sera perfecto para cuando vayamos a una cena, y el lila lo puedes utilizar para cuando vayamos a hacer un picnic—toma los dos y los pone en la cesta que llevamos—no es necesario decidir uno, si puedo comprar los dos—me ve con una expresión suave.

—gracias—casi susurro.

Al salir y después de comprarme muchos caprichos, pasamos por una tienda llena de cosas cute, el me quita las bolsas y lo acompaño al estacionamiento, llena la cajuela y se queda pensando.

—pedi un delivery para comer en casa, pero creo que compramos aqui el postre, helado de vainilla y galleta ¿no?—me pregunta buscando sus llaves.

—ahm si—intento ocultar mi emoción, ¿cómo sabia que ese era mi helado favorito?

—bueno, esperame en el coche—abre la puerta y me ayuda a entrar.

[Christopher]

Deje las ventanas abiertas y cerre la puerta del coche, camine de vuelta y además de pasar a comprar el helado le compre un peluche de sanrio, según un test de personalidad ella es my melody, por eso le compre uno de esos.

Volvi al coche y lo puse en la cajuela antes de entrar.

—ya esta amor—.

Ella sonrie, es tan linda, con esa faldita rosa que se le sube por sus muslos, nunca la había visto vestir tan a su edad, me gustaba que se inclinara para ver atraves de su escote.

Sin pensar en tantas cosas empece a conducir camino a casa, amaba la manera en que me coqueteaba indirectamente, cuando miraba mis brazos y parecia que queria que la rodeara con fuerza.

—ya llegamos—le aviso.

[...]

El dia fue muy agradable, Abril estaba impresionada de lo lindo que Chan era con ella, sentia que su corazón explotaba al estar cerca de el.

—¿puedes hacerme un favor?—pide sentandose en el sillon.

—¿que necesita?—susurra.

—ven aqui—pide.

Abril se sienta cerca de el y se miran.

—te amo—dice el—solo quiero que lo sepas—advierte.

—aqui—ella toma la mano de el y la pone en su pecho que late con rapidez—es lo que siento por ti—con las mejillas rojas intercambian miradas.

El mayor asiente y con su otra mano acaricia la mejilla de la menor.

—y puedo hacerte sentir asi también, en otro lugar—sugiere.

La menor piensa que se trata de hacerla sentir asi en cualquier lugar, por eso asiente y sonrie.

Chan aparta su mano y pone ambas en las mejillas de la menor, la atrae para si.

—te amo—.

El mayor suelta una risa y saca el peluche que compro.

—¿para mi?—niega—no podria aceptarlo—.

—claro que ya lo aceptaste, es todo tuyo—lo pone en sus manos—no aceptaría un no por respuesta—.

La menor se niega pero finalmente lo toma, después de que Chan insiste, se van a dormir juntos, sin nada mas de por medio, solo dormir y sentir esos sentimientos tan fuertes.




Soy un tonto que te amaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora