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Changbin giró sobre sus talones, mirando al pelirrojo frente a él que sonreía de una manera extraña.

-¿Perdón?

-Yo... soy niñero.

Claramente eso era un vil mentira, al único niño que Felix había cuidado en toda su vida era Jeongin y eso porque no le quedaba de otra. A veces estaba a cargo de Hyunjin pero ese niño era tan latoso que las ganas de darle un patadon y que volara hasta la luna para quedar un rato en tranquilidad siempre estaban presentes. Claro eso sólo lo sabían él y la voz en su mente que lo incitaba a hacerlo.

-Pues... felicidades, supongo.

Changbin no entendía a que venía aquel comentario ni mucho menos porque el pecoso lucía tan feliz diciéndoselo. Un tanto confundido volvió a darse la vuelta pero dio apenas un par de pasos cuando escuchó dos pares de pies correr y luego su muñeca ser sostenida con firmeza.

-Espera.- Le llamó nuevamente el quien ahora sabía se llamaba Felix antes de soltar su mano. No pudo evitar que un bufido escapara de sus labios fastidiado porque de verdad debía irse, iba tardísimo a su trabajo, no quería escuchar los logros de un niño. Pero se dio la vuelta, contrando al chico más cerca de lo que pensó, notando su piel muy bien cuidada con pequeñas manchas distribuidas a los largo de su piel canela que ahora era bañada por un tono rojizo.- Yo.. uhm, yo te comenté esto porque yo podría ayudarte a cuidar a tu hermano.

Aquello sí que sorprendió a Changbin quien le miró fijamente tratando de adivinar si era una especie de broma.

-¿Por qué harías eso? No te conozco y no me conoces.

-¡Pero podemos hacerlo! Es decir, mientras cuido a tu hermano, en el proceso, podemos conocernos. Quiero ayudar.

-No quiero tu ayuda.- Soltó con un tono más grosero de lo que esperaba pero de verdad le ponía de los nervios que aquel chico, de un momento a otro, quisiera cuidar a su hermanito. Además, estaba nervioso porque la propuesta conllevaba dinero y que sus pocos momentos junto a su hermano le sean arrebatados.- Escucha, no quiero ser grosero o algo parecido pero de verdad estamos bien. Es bueno que busques hacer tu propio dinero pero yo no tengo cómo pagarte, lo siento.

Changbin hizo una pequeña reverencia. Tomó a Minho firmemente de la mano y se dio la vuelta para poder marcharse por fin.

O eso pensó ya que no pasó mucho cuando otra vez un par de zapatos hicieron un golpeteo singular en el asfalto. Y en un abrir y cerrar de ojos, ya tenía al chico frente a él mientras su hermanito reía emocionado. Bien, eran extraños, ya entendía a lo que Minho se refería, tal vez era de sangre el ser tercos.

-Mira, no quiero incomodarte o algo parecido...

-Lo estás haciendo.

-¡Y de verdad lo siento! Pero no me dejas hablar y yo necesito contarte todo.

-Lo siento pero debo ir al trabajo y preparar la comida para Min...

-¡Será un minuto!- Quiso mandar lejos al insistente chico frente a él pero no iba a mentir, aquellos ojos que lo miraban como el gato de Shrek sí ocasionaban algo dentro de él.

-Bien, solo un minuto.

-Genial. Mhm, por lo que me dijiste trabajas en la tarde, si tu quieres yo puedo ayudarte a cuidarlo en ese tiempo. No te cobraré, solo seré como un hermano para Minho.

El mencionado y Changbin se miraron con una ceja alzada, ¿un extraño ofreciéndose para actuar como el hermano de Minho? Eso si que era nuevo.
Porque, vamos, siendo sinceros ¿quién en su sano juicio se encargaría de un niño ajeno sin querer cobrar?

ᏞᏆᏙᎬ ᎪᏀᎪᏆΝ ✭ ᏟᎻᎪΝᏀᏞᏆХ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora