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Capítulo dedicado a: Helhen<33

Los días comenzaron a transcurrir más rápido, ahora que Changbin pasaba más tiempo en casa  con su hermano, los días se sentían muy cortos.

Las clases extra iban bien por suerte. Ambos niños eran muy inteligentes así que no tenían muchas dificultades a la hora de hacer la tarea. Y cuando las tenían, Changbin les explicaba de una manera muy concreta y entendible que hacía que los pequeños comprendieran fácilmente.

No lo iba a admitir pronto pero Changbin comenzaba a encariñarse con el pequeño Jeongin y su personalidad tan extrovertida. Siempre le preguntaba cosas demasiado interesantes y eso sorprendía al mayor ya que era muy pequeño como para cuestionar tantas cosas filosóficas.

Y bueno, también comenzaba a acostumbrarse a esa nueva rutina. A la presencia de más personas en su vida, aunque fuesen únicamente dos.

Habían pasado mucho tiempo solos por lo que ahora estar cerca de tanta gente se sentía incómodo por momentos, pero los hermanos Lee sabían cómo acoplarse a la gente y al parecer habían encajado muy bien con ellos.

Aquella tarde correspondia a la de un viernes. Llevaban cerca de cuarenta minutos trabajando en la tarea de historia pero ya estaban por terminar, al parecer únicamente debían escribir la biografía de un personaje importante por lo que Changbin no interfería mucho. Únicamente cuidaba la ortografía y limpieza de los trabajos.

Y así fue, cerca de veinte minutos después la tarea terminó. Jeongin cerraba su cuaderno triste mientras Minho guardaba sus útiles en la mochila que había traído el mayor, una mueca decaída también adornaba su rostro.

Jeongin miraba tímidamente a Changbin, como si quisiera decir algo, hasta que se puso de pie rápidamente y salió corriendo. Los Seo quedaron sorprendidos por la repentina acción pero no pasó mucho hasta que el pequeño volvió con un balón en manos.

-¡Hay que jugar fútbol!- Jeongin gritó y aquellas palabras cambiaron drásticamente el semblante de Minho quién, por primera vez en mucho tiempo, no giraba hacía su hermano para pedir permiso sino que salió corriendo tras el Lee menor rumbo al enorme patio.

Changbin quedó sorprendido por su actuar rebelde pero también se sintio feliz. Minho comenzaba a dejar de ser tan cohibido y lucía más como un niño de su edad: alegre y travieso.

-Lo lamento, iré por él para marcharnos.- Se disculpo el Seo mayor mirando a Félix que se mantenía recostado sobre su estómago en la alfombra de siempre.

Félix alzó la mirada de su computadora y lo miró por un segundo antes de soltar otra de sus encantadoras sonrisas.

-Dejalos jugar un rato. Yo creo que se han esforzado demasiado esta semana en sus clases y necesitan quitarse el estrés.

-Pero no quiero molestar, que tal y tus padres llegan y...

-No pasa nada, lo digo en serio.

El cuarto quedó en silencio después de aquello. Félix guardó sus cosas y se puso de pie rápidamente. Se acercó al mayor que se mantenía a un lado de la mesa, con sus manos sosteniendo la correa de la mochila y mirando el suelo un tanto incómodo.

-Tengo que ir a comprar algunas cosas de la despensa, ¿está bien si nos acompañan? Innie adora a Minho así que podrían pasar más tiempo juntos de este modo.

Changbin lo dudó aunque sinceramente no sabía porqué. No tenía nada que hacer en su casa, era temprano y quería que Minho siguiera con el pequeño Lee para poder seguir escuchando su risa aniñada.