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EL FIN DE SEMANA HABÍA LLEGADO Y CON ELLO HOGSMADE
Ambos mellizos Black caminaban por las calles del pequeño pueblo abarrotadas por los alumnos de Hogwarts. Sirius tenia rodeando con su brazo los hombros de su hermana. Dirigiéndola a las tres escobas. Mientras la castaña murmuraba que olía a cigarrillos la chaqueta de Sirius. Odiaba el olor a tabaco, era su justificación. Antares se dio cuenta de las miradas y suspiros que echaban varias chicas que pasaban cerca de ellos. Algunas por accidente pasaban casi rosándole el hombro a su hermano, quien se dedicaba ignorarlas pero aún con su mirada triunfante al ser el centro de atención.
— Mucho suspiro — Masculló Antares entrando a las tres escobas junto a sirius. Aunque a la chica le gustara venir, no le quitaban las ganas de querer ir a cabeza de puerco donde no tenían permitido ir pero varias veces ella y sus amigos se han escapado de Hogwarts durante la noche — con la capa de invisibilidad de James — para ir a beber ahí. Ya conocían perfectamente al dueño, quien era el hermano de Dumbledore, Aberforth. Un viejo de aspecto gruñón, era como los describía Antares.
— Soy hermoso y sexy. — Respondió su hermano con arrogancia. Antares elevó sus ojos verdes hacia arriba acostumbrada a la actitud de su hermano y dijo: "Ambos sabemos que yo soy la hermosa y sexy, Sirius"
Antares y Sirius echaron una mirada al lugar sin encontrar rastro de James, Remus y Peter. Tomaron asiento en espera de sus amigos y Sirius fue con Rosmerta, la dueña del lugar y una mujer guapa. La joven Black rodeó los ojos al ver a su hermano dirigirle un de sus encantadores sonrías a la mujer mayor. Sirius regreso con una cerveza de mantequilla y una gaseosa con hielo para Antares.
— No hemos tenido tiempo para hablar a solas. — Habló Sirius bebiendo de su cerveza manchándose sobre el labio con un poco de espuma.
— Creí que era la única que lo notaba — Comentó Antares de acuerdo a lo que había dicho su hermano.
— Se que no contaste toda la verdad y que no estás bien. — Afirmó el azabache mirando fijamente a su hermana con seriedad. — No por algo somos mellizos.
— Ahora lo estoy. Estoy bien. — Aseguró. Antares pareció pérdida en sus pensamientos durante unos segundos, guardando silencio bajo la mirada de su hermano. — Kreacher hizo que no fueran tan malas las vacaciones ¿sabes? — Centro de nuevo su atención en Sirius.
— Sigo preguntándome, como es posible que le agrades...
Antares negó con una sonrisa. — Pase un tiempo con Bellatrix, aunque todo cambio... la quiero a pesar de la locura que lleva, se que está en el bando de Voldemort — Se inclinó sobre su mesa para susurrarle a su hermano — y que tomó la marca tenebrosa. — Explicó — Es una marca se encuentra en su antebrazo, lo usan para distinguirse y por ese medio el los contacta. Fue lo único que logró decirme.
