LA MERODEADORA BLACK ▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬▬ CAPÍTULO DIECISIETE
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
SIRIUS TRAJO A SUS BRAZOS A SU HERMANA, Antares le correspondió. Las lágrimas no dejaban de salir por los ojos verdes de la chica.
— ¿Como se les ocurrió hacerme eso? — Preguntó Antares.
Sirius pasaba su mano por la espalda de su hermana, tratando de tranquilizarla.
— Ni siquiera tuvieron el descaro de decírmelo en la cara. — Continuo. — Me tuve que enterar por terceras personas.
Sirius la escuchaba.
— Y yo pensé que Theo era mi amigo. Solo estaba haciendo esas cosas porque él sabía que estaba comprometido conmigo. Todo este tiempo me mintió. — Bajó la mirada mientras las lágrimas no dejaban de salir. — Regulus también lo sabía. Todos me mintieron.
Sirius seguía acariciando su espalda. — Sabíamos que en cualquier momento lo haría si no salías de esa casa, Ares.
— Yo no soy como tú, Sirius. Yo no me sentía capaz de dejar esa casa. Yo no tuve las agallas para hacerlo. — Masculló entre dientes. Miró a su hermano y Sirius sintió una punzada en su pecho. Odiaba ver a su hermana así.
Llevó sus manos hacia las mejillas de la chica y pasó sus pulgares donde se encontraban sus lágrimas y las limpio.
— Pero lo harás. Ya no volverás ahí. ¿Okay? — Sirius le transmitió su tranquilidad a Ares. Asintió mirando los ojos grises de su hermano.
— No se que haría sin ti, Sirius. Yo solo te tengo a ti. — Masculló Antares. — Eres mi complemento. Tu eres mi alma gemela.
Era verdad todo lo que decía Antares. De no ser por Sirius no sabía que sería de ella. No se veía en otra vida sin su hermano mellizo. Ambos se complementaban y era algo que los dos sabían.
Sirius la envolvió en sus brazos de nuevo. — Siempre me tendrás. Lo prometo.
Sirius Black protegería a su hermana a toda costa y si eso significaba enfrentarse con los locos de su familia, lo haría. El no se detendría por nadie, con tal de defender a Antares.
