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- Se supone que la identidad de cada uno de ustedes es lo más importante para su desarrollo social, con su identidad definida se pueden abrir muchas puertas y no ser uno más del montón, como vulgarmente se dice -el maestro junto sus manos dando por terminada su idea y volteó caminando a la pizarra- Vamos a trabajar este semestre en exposiciones, vamos a trabajar en grupo y en potenciar sus habilidades sociales....

Deje de escucharlo y miré a mi lado, Abigail había lanzado un papel a mi cabeza y la miré con los ojos entrecerrados.

- Pesada -susurre y ella hizo un puchero que me pareció algo tierno, solo un poco-

- No me digas así -cerré los ojos negando y ella soltó una risa mirándome- ¿Por qué eres tan fea?

- ¿Por qué eres tan estúpida? -dije y sus labios se entreabrieron para decirme alguna otra estupidez pero la presencia del profesor cerca mío me hizo estar alerta-

- ¿Tiene algo que contar, señorita Jenna? Porque lo puede hacer para toda la clase , no solo para la señorita Scott

- No, estoy bien, solo estábamos discutiendo de lo fea que es - la apunté y las mejillas de Abigail se pusieron coloradas, la risa del salón no tardó en hacerse presente y reí junto a ellos sin gracia, ellos no tenían derecho a reírse de ella, solo yo podía hacerlo-

- Pongan atención -susurró el maestro negando con la cabeza, incluso los profesores sabían la 'rivalidad' que tenía con Scott y ya estaban bastante hartos así que siempre preferían ignorarnos-

La clase pasó con una lentitud tortuosa, trataba de no mirar mi teléfono para ver la hora porque cada vez que lo hacía, habían pasado 5 minutos que se sentía como media hora y así era durante toda la clase, se hacia mucho más eterna.

Al finalizar la clase, me levanté agarrando mi mochila y bostecé levemente caminando hacia los pasillos, Abigail estaba detrás de mi.

Podía sentirla.

Podía sentir su perfume que se había quedado impregnado en mis fosas nasales desde hace algún tiempo. Era dulce, con un leve toque a vainilla pero si le ponía la suficiente atención, podía notar unos leves toques de canela en su aroma.

Y gracias a Dios porque así podía sentir cuando esa odiosa estaba cerca mío.

- No camines tan pegado a mi, luego me contagias -dije en voz baja y ella suspiró ruidosamente-

- ¿Que te podría contagiar? -dijo tocando mi cintura unos segundos, sentí sus uñas dejarme una caricia y quite su mano con brusquedad-

- Que se yo, una nunca sabe donde has estado metida

No escuché respuesta de su parte, al voltear a verla sentí que mis mejillas se calentaron de inmediato, Xavier la había tomado del brazo dándole un beso en la mejilla, acto que la tomó de imprevisto porque su cara cambió de color.

Antes de seguir caminando, rodé los ojos porque no quería ver cómo la besaba, ya que, eso estaban haciendo, las manos de Abigail rodeaban su cuello con una delicadeza perfecta mientras que él, manoseaba su cintura como un desesperado.

Lo odiaba, no sabía cómo Abigail podía permitir cualquier tipo de cercanía de su parte y me ponía furiosa, con él y con Abigail por ser tan estúpida y no darse cuenta que Xavier no era un buen partido para ella ni para nadie.

Camine a pasos lentos hasta la cafetería, no tenía mucha hambre pero de todas
formas compraría algo y eso hice, traté de enfocar a los chicos mientras compraba y al momento de ubicarlos volteé a pagar.

- Ten, cariño, que lo disfrutes -sonreí asintiendo y dándole las gracias- Aww, adoro tus hoyuelos cuando sonríes -me sonrojé levemente a las palabras de la señora- Deberías hacerlo más, gracias por tu compra

En esta y en mil vidas.Where stories live. Discover now