- ¿Donde estabas? -deje las llaves colgadas tras la puerta y bese la mejilla de mi madre dándole un leve abrazo que recibió con gusto-
- Me quede a dormir con Abigail -la cara de mi madre se iluminó y se sentó en la mesa indicándome que hiciera lo mismo-
- ¿Y como está? ¿Si la invitaste a cenar? -reí negando con los ojos cerrados y ella golpeo mi mano de broma, no había que ser una genia para saber que quería todos los detalles, mi madre parecía ser la mayor fan de Abigail-
- Está bien... -dije recordando fugazmente la escena de la mañana y lo mucho que me había rogado irme cuando ella estuviera dormida- Y claro, uno de estos días vendrá
- Eso es genial, pregúntale que le gusta comer para prepararlo para ella -asentí mirándola con cariño, amaba tanto a mi madre, era increíble, hubiera deseado que Abigail tuviera una figura materna como ella en su vida-
- ¿Mamá? -al escucharme, dejo de lado su libreta y puso su atención en mi- ¿Está bien si Abigail se queda un par de noches con nosotras? -ella frunció el ceño unos segundos- Su mamá salio de la ciudad y esta sola, solo debo convencerla de que acepte porque es bastante obstinada
- Claro que si, cariño, no hay problema -dijo sin dejar la confusión en su cara- Pero su madre no está fuera de la ciudad, de hecho, mañana tengo una cirugía programada con ella
Mi cara decayó unos segundos pero no deje que lo notara, después de todo, Abigail tenía razón, no estaba equivocada del todo.
- Oh... esta mañana fue lo que me dijo -sé que mi respuesta había dejado intranquila a mi madre así que me levante de la mesa en cuando escuche que golpeaban la puerta- Yo voy
Abrí con rapidez viendo a Camila entrar mientras besaba mi mejilla y me quitaba del camino.
- Hola, Natalie -beso la mejilla de mi madre y de inmediato empezaron a conversar de quizás que cosa, Dios, esta junta era tan peligrosa,a mi madre le encantaba conversar y Camila era incluso peor, recuerdo una vez que me dormí en el sillón después de comer y al despertar para cenar, aún estaban sentadas en la mesa hablando de la vida-
Luego de media hora, mi madre se levantó de la mesa tomando sus cosas para empezar su semana de turnos de noche, se despidió de nosotras indicando que nos portáramos bien y salió de la casa como una bala recordándonos que había dejado dinero para que pidiéramos algo para comer.
- ¿Y bien...? -mire a Camila sentándome a su lado y abriendo la aplicación de comida en mi celular- Emma me dijo que te llevaste a Abigail anoche
- Es cierto -dije mostrándole el teléfono y ella asintió ante mi elección de sushi-
- ¿Y que más? Vamos, quiero detalles -fruncí el ceño encogiéndome de hombros aunque quisiera gritarle a los cuatro vientos que había dormido con Abigail Scott pegada a mi pecho- No seas así
- Simplemente dormimos juntas -me miro sonriendo y deje mi teléfono a un lado- Llega en media hora... escucha, quería preguntarte algo
- ¿Que?
- ¿Tu conoces a la madre de Abigail? -la postura de Camila pareció colocarse más recta y puso sus brazos en la mesa asintiendo- ¿Por que es así con ella?
- Jenna, la mamá de Abigail es la persona más horrible que puede existir, tú solo has conocido la punta del iceberg -bajo su mirada unos segundos negando y frunció los labios con rabia- Hay mucho mas que solo tratos sarcásticos
- ¿Por qué nunca lo supe? -dije en voz baja y Camila me miro como si estuviera loca-
- Ustedes se odiaban, Jenna, ¿recuerdas que una vez te dije que nos costaba trabajo estabilizar a Abigail? -asentí recordando fugazmente ese momento, Camila me había regañado por hacerla llorar- Era cierto, ahora parece que lo ha superado pero tiempo atrás ni siquiera podía nombrarla sin tener una crisis de pánico
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En esta y en mil vidas.
Teen FictionSi el odio de Jenna por Abigail Scott era tan fuerte... ¿Por qué no podía dejar de mirarla? ¿Que tenía esa odiosa que era tan atrapante ante sus ojos? ¿Acaso eran sus ojos azules? ¿Su cabello rubio? ¿Las hermosas pecas que adornaban su rostro o simp...