menudo boys one shots

adrián olivares

Ser parte de Menudo implicaba conocer a personas nuevas todo el tiempo y aprender a dejarlas ir con facilidad, lo entendí 1 año después de mi debut, pero había algo en ella que simplemente no me permitía dejarla ir así como así.

La emoción que siento cada vez que vuelvo a México es inmensa, y no solo por ver a mi familia, sino por ella. Aquella niña que ultimamente había estado siendo mi razón de cantar, que me había conquistado con sus cartas, y que en algún momento que desconozco la empecé a reconocer entre la multitud de fans.

No fue hasta que me atreví a empezar a responder sus cartas que empezamos a vernos cada que podía.
Me parecía tierno y considerado de su parte que le diera igual mi fama y todas esas otras chicas interesadas en mi. Su forma tan sencilla y libre de ser me tenía flechado, ella era única, nunca había pensado en conocer a alguien así.

Me levanté a media noche y tomé el teléfono en silencio, marqué el número con la esperanza de escuchar su voz al otro lado.

- ¿Bueno? -la escuche hablar, sonreí

- ¿Nena? -llame, hubo un silencio de unos segundos

- ¿Adrián? -pregunto con tono de confusión

- Hola... ¿todo bien? -pregunté jugando con el cable del teléfono

- Si, ¿por qué? ¿ya viste la hora? -bostezó

- No puedo dormir, necesito tus buenas noches -confesé mientras me recostaba en la pared- y uno que otro beso... -

Ella rió al otro lado, sonreí por aquel agradable sonido

- Están en Puerto Rico, ¿no? -cuestionó, a lo que respondí con un "Ujum"- Yo también quisiera llenarte la carita de besos. -

No tenía un espejo al frente, pero puedo jugar que me puse todo rojo por aquellas palabras, arreglé mi cabello para un lado y lleve mi pulgar a mi boca por el nerviosismo

- Te extraño -

- Yo también te extraño, Adri -

- ¿Adrián? -escuché a Joselo detrás de mí, me di la vuelta- ¿Qué haces despierto a estas horas? -

- Nada. -respondí al instante.

El mayor no me creyó, y menos cuando me vio con el teléfono en la mano.

- ¿Con quién hablas? -cuestionó, me quedé cabizbajo- Despídete, tienes que dormir para estar presentable mañana, vamos. -

Sonreí un poco y volví a colocar el teléfono en mi oreja.

- ¿Te descubrieron? -me pregunto al escuchar un suspiro por mi parte.

- Si... tengo que dormir. Buenas noches, nena -me despedí sin realmente querer hacerlo.

- Buenas noches, cariño -hablo ella de la misma manera, reí al escuchar un "Mua"

Colgué el teléfono y miré a Joselo, quien estaba parado de brazos cruzados frente a mí.

- Anda a mojarte la cara que estás todo sonrojado. -me dijo mientras me empujaba en dirección al baño.

descansa en paz, Adri.