Capítulo 4

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Los estudiantes junto a Francisco, iban en el transmilenio

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Los estudiantes junto a Francisco, iban en el transmilenio. Liliana iba sentada con él, ya que Michael se sentó con Brayan, Sheyla con Fabián y la Barbys con Rubí. En eso, Critian se cansó de estar de pie, así que se sentó en una de las sillas de color azul.

—Ey, ey, Cristian, Cristian, las sillas azules son para mujeres embarazadas, adultos mayores o personas con discapacidad, levántese de ahí—lo regañó Francisco. Cristian se levantó renegando—.

—Ay, pero si está solo ¿a quién se lo dejo, al fantasma?—Liliana rió—.

—Tiene que dar ejemplo.

—Ya ejemplo, ejemplo, nole, vea discapacidad y todo. Ya—le dijo la Barbys—.

—Ve, brinca aquí—dijo el señalando su mano—.

—Bueno muchachos, en este momento estamos pasando por chapinero.

—Ay profe, ¿chapinero o chapigay?—todos soltaron un "Ay" ante lo dicho por Fabián. Sheyla lo empujó levemente con el hombro divertida, este se avergonzó un poco—.

—Ey, ey, ey.

—Pero es que el pez muere por la boca, Fabián—dijo Mariana con burla—.

—Ey, respeto, respeto—le dijo Francisco—.

—Ya, no me la moten ¿si?—dijo este—.

—A ver muchachos, lo que pasa es que Fabián dijo eso porque aquí hay un alto índice de las personas LGBT ¿si?, por eso es que todo eso que ustedes ven aquí, todo eso—decidió hablar Liliana para que no siguieran molestando a Fabián—es una consentración de esa comunidad—señaló las banderas que había en las calles—.

—Si, infórmense un poquito ¿si?, lean, el internet no solo es pa' chatear y perder el tiempo—habló Fabián—.

Francisco miró a la chica a lado con una sonrisa.

—Así es, Liliana ¿no?—ella asintió—tiene toda la razón. En este barrio, hay muchas actividades y locales de esta comunidad ¿okay?

—Ay bueno ¿y para dónde es qué se supone que vamos?—preguntó Rubí—.

—Profe no le ponga cuidado que esa Rubí a veces es así de fastidiosa. Pero después es chévere—dijo Michael volteándose a mirarlo—.

—Tranquilo—le él dijo al chico riendo—Rubí, para contestar su pregunta, vamos para el barrio Santa Bárbara.

—Profe ¿y qué es que hay ahí, usted vive allá?—le preguntó Daniel—.

—No, yo vivo en la Macarena, ¿pero no les parece chévere salir del colegio, hacer algo diferente?

Todos asintieron.

—¿Le gusta leer?—preguntó Francisco hacia Liliana cuando todos se concentraron en lo suyo—.

Las reglas del amor || Francisco el matemáticoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora