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—Mi hermano, como le comentó Oscar, tenemos un problema con la música en el colegio—habló Francisco hacia el cantante—Antes que nada, quiero que sepa que somos sus admiradores, que el Jimmy Carter es fan de Mike Bahía, que lo admira y bueno, que sería un placer si nos puede acompañar con esta causa.
—Si profe, usted nada más con la presencia de ustedes me tocan el corazón. No más con verlos con esa pinta deportiva—habló él hacia los cuatro chicos quienes rieron—ustedes tienen una pinta rockera bien bacana—dijo hacia ambas chicas quienes sonrieron—pero venga, yo viví una situación muy similar a lo que están pasando, yo pasé por muchos géneros musicales que yo creo que es lo que me permitió hacer las fusiones que yo hago, eh... abrir la mente ¿cierto?, y pasé por todo. Yo soy de Cali, le pegué duro a la salsa, profe—este rió—no sé si a ustedes les guste la salsa pero yo le pegué a la salsa, al ponk, le pegué a varios géneros que me permitieron hoy en día en hacer esa fusión como les cuento, pero lo importante era que la gente en el colegio quería futbol, futbol, futbol. No tengo nada en contra del futbol, me gusta el futbol, no soy muy buen futbolista pero yo creo que por eso tenía miedo de expresarme con la música de esos géneros, también por el tema del matoneo que también estaba presente, y pues a la gente lo que le gustaba era el futbol.
—Es que eso es muy paila que a uno le toque que ocultar lo que a uno le gusta ¿sí o qué?—hablo JuanK—.
—Si, en el colegio, con los amigos, con la familia. Es muy feo—lo apoyó Michael—.
Mike Bahía le dio la razón a ambos chicos.
—Mike, ¿y entonces usted nos va a ayudar a nosotros con el tema de la música y ayudar ahí con eso?—le preguntó Sheyla algo nerviosa—.
—No sé como sería, yo les cuento un poco. Estamos en este momento con Óscar, que Óscar sabe, tenemos mucho trabajo pero muchachos pues cuéntenme, como los puedo ayudar.
—A ver parcero mire, lo que pasa es que yo con esto cogí la emisora del colegio ¿si o qué?—empezó a contar JuanK—y me puse ahí a poner música pues y nada, un playlist bien bacano.
—Pero ¿la emisora suena en el colegio?
—Sisas.
—Bacanisismo.
—Y nada, Sheyla y yo nos pusimos ahí con un playlist bien bacano con música urbana y de reguetón, usted estaba en el playlist—él rió y chocaron los cinco—y pues nada, ahí llegó Don Ezequiel que es el rector del colegio, ese man se puso todo chocho porque vio a todo el mundo bailando por ahí y paila. Y nada, nos prohibió poner música, y yo quiero que ese man entienda que esa música pues es la música que nos representa ¿me entiende? Que es la música de la generación de nosotros y pues no sé, que hay letras como las suyas, que no todo es perreo pues y toda esa vuelta. Y nada, a lo bien nosotros necesitamos su ayuda, necesitamos que usted venga como invitado al colegio y nos ayude a convencer a ese man.
