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Mientras Francisco hablaba con Lizeth para lo del reto. Los estudiantes estaba dispersos, Michael vio a Mariana así que decidió acercarse a ella.
—¿Qué hubo, Marianita? Me dejó esperando ayer, nunca fue para el trabajo ¿si ve cómo es usted, parcera?—se sentó este a su lado—.
—Que pena, Michael, pero es que me ocupé—dijo esta—.
—Si, eso me imaginé, todo bien—le extendió este un chupetin—.
—Pero ¿sabe qué? Deberíamos reunirnos como a la salida del colegio más bien, para hacer ese trabajo ¿no?
—Pues si, hoy tenía fútbol, pero puedo faltar—le sonrió esta—porque es que ya el corte final se está acercando, y ese porcentaje nos viene bien para pasar la materia.
—Ay si, yo creo que hay que meterle como buena mente a esa vaina ¿sí o qué?
—Sisas.
—¿Y usted ha pensado como en qué tema podemos tratar o qué?
—Si—murmuró este, ella lo miró con curiosidad—el como el tema de las drogas separan las familias—ella rodó los ojos—ese tema es una chimba ¿no cree?
Esta se quedó callada.
—¿Qué, no le gustó?
Mariana molesta se levantó y se alejó. Este bufó y fue tras ella.
—Mariana—esta avanzó más rápido—ey, Mariana—la tomó este del brazo—.
—Suélteme—se zafó esta—.
—Pero ¿qué le pasa?
—Usted sabe que me pasa, Michael—habló esta molesta—.
—No, no entiendo ¿qué le pasa?
—Deje de hacerse el pendejo que ese papel a usted no le queda—lo señaló molesta—.
—Pero explíqueme pues, que no le entiendo nada.
—¿Sabe que Michael? Un trabajito sobre las drogas en la familia me sabe a cacho.
—Ay Mariana, pero usted por qué le mete tanta mente a eso, pelada—habló él—relájese. Mire, ese trabajo nos va a servir mucho.
—¿Si, como en qué?
—Bueno, como a entender la problemática de las drogas—dijo este con obviedad—las adicciones, el cómo eso destruye y separa una familia, Mariana.
—Ay bueno Michael, si. No quiero hacer el trabajo sobre ese tema. Y en especial si usted se me quiere meter al rancho, con mi familia y en mis problemas. Si usted quiere hacer el trabajo, hagámoslo sobre otra cosa y listo.
—No—negó este—aquí lo importante son las familias, Mariana.
—¿Según quién?
—Según yo. Mire, Mariana. Si usted lo que piensa es que yo me le quiero meter al rancho, está muy equivocada, ese trabajo nos va a servir mucho para la vida, para entender la vida, Mariana.
