Capitulo XV

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Lleganos a El bauhaus justo a tiempo para ver en lo que Jinora a logrado convertirlo, estaba al tope de gente, la musica retumbaba hasta afuera, no parecia un restaurante si no uno de esos lugares nocturnos con buena musica y mucho alcohol, la gente bailaba, cantaba y reía en todos lados.

Lleganos a la barra y Jinora nos saluda cariñosamente, sirve un par de bebidas sin siquiera pedirlas, confio plenamente en los gustos de Jinora para beberlo pero no quiero que Asami consuma mas alcohol, por lo que interceptó su vaso para olerlo.

-¡Que no lleva alcohol!- me grita sobre el volumen de la musica, ambas se rien de mi reacción.

-Por si acaso..- le señalo mi despacho a Asami para hacer tiempo a que llegue Opal en un lugar menos apretado, ella asiente tomando su vaso y me sigue.

-Pero que locura- exclamo cerrando la puerta por dentro de la oficina, mirando por el vidrio.

-A mi me gusta.-

-Lose, tambien me gustaba pero a tu edad, ahora solo prefiero el sillon de mi casa-

-Bueno, si lo pones asi, tambien prefiero el sillon de tu casa...- No consigo borrar la sonrisa que eso me provoca <<Desvergonzada>>

Rodeo el escritorio para llegar hasta los papeles que Jinora suele dejar para los pagos, entre las cuentas del banco y los pendientes no logro que me cuadren los numeros y chasqueo la lengua derrotada, talves no tengo cabeza para esto en este momento y menos acompañada por alcohol.

-¿Te ayudo?- me pregunta al oírme.

-Por favor- la miro con inocencia rogando por un respiro -Con otros ojos a lo mejor y logras ver porque los montos no me coinciden, son iguales pero la cantidad aca me queda faltante- señalo la ultima hoja.

Se detiene a mi espalda y ve las hojas -¿Sabes de cuanto es el faltante?-

-No, tendria que ponerme a sumar todas y no pienso hacerlo ahorita, mejor olvidalo- dejo las hojas encima para levantarme, esto seria un problema de mañana.

-¿Puedo?- me señala la silla.

-Adelante- la veo en mi lugar con toda la concentración posible en las hojas, las pasa una por una sin siquiera leerlas, su ceño fruncido es tan adorable cuando esta analizando algo, yo me recargo en una esquina del escritorio para tomar mi bebida. 

No tarda ni un minuto en lo que deja todas las hojas sobre el escritorio y me mira dudando si decirme o no. -Mmmmm-

-¿Si? - le sonrio aunque sigue un poco tensa, no la forzare a que se ponga conmigo a hacer cuentas cuando estamos a punto de ir a una fiesta. -No pasa nada, mañan...- pero antes de que termine me interrumpe.

-Esto deberia dar doscientos cincuenta y seis mil cuatrocientos siete segun lo que deberias tener en monto del banco, pero con estas hojas solo tienes  231960 registrados, en cambio tienes unas hojas pendientes aca de gastos personales que si las sumas te daran el faltante de 24447, solo pide que te registren estas 3 de 8149 y sera el total de los pagos- la boca se me cae al suelo.

-Disculpa ¿que?- Me quedo perpleja y me apresuro a tomar la hoja del banco del cajon para comprobar el monto que ha dicho, es correcto. -No es posible, pero si no te has detenido ni a leer las hojas ¡¿Puedes hacer cuentas mentales complejas en segundo?!- se rie mientras toma las hojas pendientes del otro monton para organizar todo lo que ha dicho, ella continua hablando de las cuentas mientras la observo. -en mi vida he visto algo igual, ¿Como?- murmuro tomando una hoja para comprobar antes de cuestionarla.

La Chica de Fuego Carmesí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora