Capitulo XXIII

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Subí a la motocicleta y no tardo en arrancar hacia la autopista, cuando ya sentia que seria el ultimo dia de mi vida, su agilidad al manejar solo se comparaba con el temor que tenia por lo cerca que pasaba entre los satomoviles, al principio apenas y aprete su cintura, al final termine por abrazarla como si mi vida dependienra de ello <<Y talvez tenia razon>>.

-¡Asami! ....Despacio!- No sabia si debajo de ese casco me escuchaba hasta que logre ver su sonrisa y entre el viento ahi estaba esa travesura que me torturaba, bajo la velocidad ya estando en carretera para ir en linea recta. -Eres malvada, lo sabias-

-No ha sido tan malo, apenas y zigzagueé un poco- decia orgullosa.

-Si claro, lo has hecho a proposito...- Su carcajada contra el aire inundaba mis oidos y entonces fue que disfrutamos, ambas sobre la moto el aire fresco inundado los pulmones, su cuerpo junto al mio y la libertad de la carretera frente a nosotras.

Manejo hasta salir de la ciudad por la carretera que iba al sur paralela al mar, hasta llegar a un enorme terreno con varias bodegas que tenian oficinas cerca de la costa, en la entrada el guardia parecia distraido, ella se acerco lo mas que pudo hasta que apago el motor para no llamar la atención, pero siguio moviendo las llantas de la moto.

-¿Asami? ¿¡Que haces!?- ¿acado ella iba a entrar sin pedir permiso al guardia? Lo que faltaba, una doctora con una menor de edad invadiendo propiedad privada.

-Mshhh... nos puede oir no hables- El guardia que seguía entretenido con su libro no se percato que una moto con 2 pasajeras pasaban por la puerta <<Nose si me molestaba el entrar sin permiso o lo pesimo que era ese sujeto en su trabajo>>

-No podemos estar aqui- dije murmurando cerca del casco, haciendo justo lo opuesto que me habia dicho, mi voz llamo la atencion del sujeto.

-¡Ey! ¡Alto ahi!- Un hombre mas o menos robusto, cabello negro, alto, salio corriendo de su caseta para detenernos pero Asami encendió rapido el motor y acelero hacia el interior del complejo.

-¡Mierda!- mi corazon estaba a mil por hora, que acababamos de hacer, influenciada a comerter crimenes <<¿¡Enserio Waters?!>>

Aunque el guardia seguia muy atras perdiendonos a la vista sobre una mini patrulla, Asami sabia bien por donde moverse, paso el estacionamiento subiendo a uno de los pisos tras las bodegas frente a la torre principal, oculto su moto tras una pequeña barda verde cuando nos bajamos apresuradas, aun con los cascos y la chaqueta puesta, tiro de mi mano para adentrarnos al edificio. -Ven, rapido-

-No deberíamos estar aqui, vamonos- forcejee un poco antes de entrar por la puerta lateral, ella con sus hermosos ojos bajo el cristal me miro llenandome de tranquilidad.

-¿Confías en mi....?- me pregunto.

-Si- dije sin pensarlo, era tan cierto pero no queria que ella se metiera en problemas, volvio a tirar de mi muñeca cuando tras nosotras se escuchaba la patrulla pasar de un lado a otro cada ves mas cerca.

Avanzamos cruzando los grandes vestibulos, el edificio era mas lujosos por dentro que por fuera, entramos al area del ascensor hasta la azotea, no sabia a donde queria llegar con esto, las puertas se abrieron despues de unos minutos, el edificio era sumamente alto que demoramos en pasar todos los pisos.

El viento era calido, la azotea estaba vacia pero predominaba el cielo despejado, aunque estábamos a unos minutos de la carretera, a lo lejos se apreciaba las luces de la ciudad que comenzaban a encenderse por el atardecer, me recordaba aquella tarde en la duquesa, simplemente la vista mas hermosa. -¿Que te parece?-

La Chica de Fuego Carmesí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora