Bᴇᴛᴛᴇʀ ᴍᴀɴ«ʏᴏᴏɴᴍɪɴ»|ᴛᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ|

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"Kill me slowly with your kiss"

𓆝 𓆟 𓆞

Todas las personas presentes en el gimnasio podían notar el cambio de Yoongi en las últimas semanas, sobre todo porque ya no recibían gritos y malas palabras de su parte cada vez que cometía un error. Les gustaba ese nuevo Yoongi, aunque solían preguntarse el porqué ese repentino cambio, era extraño y ciertamente les daba un poco de terror.

Y aunque cada persona pensaba una cosa peor, la respuesta no eran tan aterradora.

Park Jimin, esa era la respuesta.

Desde el día de la competencia todo había cambiado para ambos, sobre todo cuando decidieron darse una oportunidad y empezaron de cero, pero con una fuerte base de donde sujetarse.

Era impresionante como una persona podía cambiar tanto de forma positiva solo por la influencia de otra. Ahora, Yoongi era aún más atento y amoroso con Yoongi, al igual que consentía de forma exagerada al pequeño Woonie.

-Yoongi, ven a mi oficina. -La voz rasposa del hombre llegó a sus oídos provocando que cerrará sus ojos en busca de calmarse.

Desde el día en que golpeó a Junsang no habían vuelto hablar, no se arrepentía de haberle golpeado, se lo merecía. Pero tenía la constante sensación de que si hablaba con él no terminaría bien y lo que menos quería ahora era crear un problema cuando todos los que tenía en sus vida se habían resuelto.

Soltó un suspiro y respiró hondo tal cual jimin le había sugerido cuando momentos de estrés se presentaran.

Entró a la oficina de su entrenador y con tranquilidad se sentó en uno de los sillones de cuero, dejando su cuerpo caer con total seguridad.

— ¿Qué sucede? —Miró al hombre mayor con indiferencia y esperó a que le diera una respuesta a su repentina reunión.

—Iré al grano, ¿estás con jimin? —La repentina mención del lindo rubio provocó que sus músculos se tensaran y su mandíbula se apretará.

—No creo que eso sea de tu interés. —Intentó mantener la actitud desinteresada y su semblante serio, no quería que sus sentimientos tomarán control sobre su cuerpo.

—Tuvimos está conversación antes, sabes muy bien mi opinión respecto a ese hombre. —Se quedó en silencio unos segundos, analizando a su entrenador queriendo comprender el porqué de su actitud tan negativa sobre el bailarín.

—Lo que haga con mi vida no es de tu importancia.

—Lo es cuando tu rendimiento se ve afectado por él. —De sus labios salió una carcajada que solo hizo que Junsang frunciera el ceño demostrando lo enojado que se encontraba por la situación.

—A ti lo que te importa es el dinero que ganas conmigo, no mi rendimiento. —Se levantó del sillón y con una sonrisa en sus labios se dirigió al escritorio en donde se encontraba sentado el hombre mayor. —No me malentiendas, poco y nada me importan tus intenciones, pero te diré una solo cosa. —Se acercó a un más hasta el punto de quedar juntos, sintiendo la respiración del otro. —Te quiero lejos de mi familia, ¿te quedó claro? —Miró por última vez a Junsang y sin esperar una respuesta se dió la vuelta para irse de la habitación.

—Esa perra te tiene comiendo de su mano. —Se detuvo a centímetros antes de llegar a la puerta y antes de poder siquiera recordar sobre respirar hondo caminó de vuelta hacia su entrenador y sin pensarlo agarró su cabeza estrellándola contra el escritorio con fuerza.

—Esa perra resulta ser mi pareja y el padre de mi hijo, así que si yo fuera tú tendría más cuidado con mis palabras. —Levantó su cabeza sin tener que hacer mucho esfuerzo y sin una sola pizca de duda puso su mano alrededor de su cuello, apretándolo. —He soportado por años tus comentarios y actitudes de mierda, pero créeme que esos días terminaron. —Sintió unos pequeños golpes en su brazo con la intención de que lo soltará y sin pensarlo lo tiró al suelo, provocando que chocará contra el mueble a un lado del escritorio. —Estás despedido. —Y sin más, salió de la habitación, dejando a su ex entrenador tirado en el suelo en busca de aire.

Por otro lado, Yoongi caminó hacia la salida del gimnasio con un solo pensamiento en mente.

Ver a Jimin.

ෂ ෂ ෂ

— ¿Estás seguro de eso? —Un lindo rubio miró a su amante con preocupación en sus ojos.

—Lo estoy, nadie nunca te tratará así mientras yo pueda evitarlo. —El boxeador se acercó a su pareja y la rodeó con sus brazos acercándola a su pecho sintiendo la exquisita fragancia que poseía.

— ¿Qué haré contigo? —Un pequeño beso fue dejado sobre los labios del pelinegro haciendo que su corazón latiera más rápido de lo normal.

—Darme muchos besos, es una idea. —Los dos adultos se rieron y antes de poder Jimin separarse de los fuertes brazos del boxeador, este bajó sus manos hacia su cintura y la apretó, haciendo que el cuerpo del rubio se calentará por alguna razón.

Ambos se miraron por unos segundos sintiendo la tensión en el aire y el deseo en sus ojos.

—Se me ocurre una idea mucho mejor. —Salió como un pequeño susurro de los labios de Jimin, haciendo que las manos del pelinegro apretarán aún más su pequeña cintura por la repentina ola de calor que lo cubrió.

Sin poder soportarlo más, Yoongi unió sus labios en un necesitado beso, en donde sus lenguas se encontraron de forma inmediata, creando chasquidos entre ellas y sonidos húmedos que cubrieron toda la cocina.

Jimin llevó sus manos dentro de la chaqueta del boxeador hacia sus hombros, acariciando sus músculos sobre la polera blanca que traía puesta. Luego de unos segundos en donde sus besos comenzaron a hacerse más intensos y profundos, tomó la chaqueta entre sus manos quitandosela a su dueño, para después tirarlo al piso.

Yoongi no quiso quedarse atrás y subió sus manos al borde del camisón que llevaba el rubio ese día, subiendola hasta poder sacarla de su cuerpo y como amo la vista que tuvo.
Su lindo rubio con solo un sujetador de encaje que apretaba sus pechos dándole una exquisita vista de estos y joder, su estrecha cintura que se notaba mucho más al tener esos jeans puestos.

Tomó al bailarín entre sus manos y lo sentó sobre la encimera, quedando a su altura y sin esperar un segundo más atacó nuevamente sus labios, sacándole un caliente jadeo al sentir la erección de Yoongi contra su intimidad.

Una corriente eléctrica recorrió toda su espalda al sentir las manos del pelinegro acariciar sus muslos y apretarlos, provocando que su pelvis se moviera de forma inconsciente hacia delante creando una deliciosa fricción contra el pene de Yoongi.

Un excitado rubio bajó sus besos hacia el cuello de su amante para comenzar a chupar y morder cada pedacito de piel descubierta.

Yoongi mordió su labio al sentir su piel ser succionada y dios sabe lo mucho que eso provocó en su interior, pero tenía que detenerse y controlarse a sí mismo antes de cagarla de nuevo. Así que con toda la fuerza de voluntad que le quedaba puso sus manos sobre los descubiertos hombros del rubio y lo alejó de su anatomía.

—Precioso, necesito que me digas que quieres esto tanto como yo. —El bailarín lo miró con esos hermosos ojitos brillantes que tanto amaba y le dió un rápido beso en sus pomposos e hinchados labios.

—Llévame a la cama, Yoon .

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