🥊02🥊

3.2K 275 19
                                    

"You and me on my mind"

☘︎☘︎☘︎☘︎☘︎☘︎☘︎☘︎

- ¡Mami, mira! -Vió a su hijo tirar del hombre hasta ponerlo frente suyo y con emoción se acercó a su mochila, hurgó en esta por unos segundos hasta encontrar una pequeña figurita.

-Mi amor, te he dicho que no lleves tus juguetes a la guardería, pueden extraviarse. -Acarició el cabello de Woonhak con cariño y este solo pudo mirarlo con esos lindos ojitos ante los que era débil.

-Lo siento, mami, ¡no perrdí ninguno! -El rubio le dio una pequeña sonrisa, dándole a entender que todo estaba bien y que no estaba enojado, no se iba a enojar por algo tan insignificante. - ¡Mira, mira! -Agitó el pequeño juguete de un lado a otro mostrándolo a ambos adultos. -Es Bogser.

-Se dice Bowser, cariño.

- ¡Es él, mami! -Con su pequeña mano tomó la del pelinegro y lo atrajo más hacia su madre con emoción.

-Woonie, él no es Bowser. -Se levantó de su asiento para poder inclinarse con la intención de quedar a la misma altura que su hijo, pero lo que no había notado era que gracias al vestido que había escogido hoy, se podían ver sus pechos y aquello le encantó al musculoso frente a él. -Mira, el señor no tiene caparazón ni tampoco es amarillo. -Tocó con mucho cariño la mejilla de su pequeño y volvió a pararse derecho, esta vez mirando al pelinegro. -Lamento las molestias que le pudo causar mi hijo, le gusta mucho Super Mario Bros. -Hizo una pequeña reverencia y no pudo evitar sonrojarse cuando aquel extraño hombre le sonrió.

-No te preocupes, los niños son así. -Y era la verdad, los niños no solían ser personas que le molestaran en lo absoluto, tenía primas pequeñas que eran un completo desafío, incluyendo que se había criado en un hogar lleno de niños, para él no eran un gran problema, mucho menos si la persona a la que llamaban mamá era tan caliente y hermoso como el chico que tenía enfrente.

-Gracias por la comprensión... -Hubo una pequeña pausa en donde el rubio espero que el otro se presentará, no sabía porqué, pero quería saber su nombre.

-Min Yoongi, un gusto.

-Park Jimin y él es mi hijo Park Woonhak, saluda al señor Min, mi amor. -Alentó al menor a presentarse como lo habían practicado en el pasado.

-Hola, señol Min, soy Woonie y tengo estos años. -Con su pequeña manita levantó cuatro dedos y dió una torpe reverencia.

-No es necesario que me traten de señor, Yoongi está bien.

-Yoogi. -El pequeño niño intentó pronunciar el nombre, pero por más que lo intentaba se le hacía imposible por la cantidad de letras difíciles de pronunciar que tenía.

-Ya casi lo logras, pulga. -El pelinegro le dió una pequeña sonrisa y desordeno el cabello de Woonhak en forma amistosa.

-Mami, ¿Yoogi  puede comer helado con nosotlos? -Park miró a su hijo con sorpresa ante la repentina petición para luego dirigir su vista hacia el hombre frente suyo.

-Solo si él quiere.

-Me encantaría. -Una pequeña sonrisa apareció en los labios del bailarín y su corazón comenzó a latir con rapidez ante la expectativa.

Se sentía raro desde el momento en que vió a ese hombre siendo arrastrado por su hijo, era como si todos sus sentidos se hubieran activado. Se sentía nervioso y tímido ante su presencia, Yoongi era jodidamente guapo, tenía todo lo que alguien pudiera desear físicamente. Dios sabe lo mucho que se mojó tan solo imaginando a ese hombre encima suyo, penetrandolo tan exquisitamente, era el tipo de hombre que era insaciable.
Pero debía calmarse, no era un adolescente para estar teniendo pensamientos carnales hacia alguien que acababa de conocer y mucho menos con su hijo presente.

Y aunque no había forma que jimin supiera lo que Min estaba pensando, no estaban tan lejos en pensamientos.

Desde el momento en que vió a aquel precioso rubio, lo único que quiso fue tirarlo contra la mesa y follarlo hasta que esté le rogara que se detuviera, quería hundirse en esas tetas, chuparlas y dejarlas irritadas. No sabía qué mierda era lo que le sucedía, no solía tener ese tipo de pensamiento con un chico cualquiera.

Ambos adultos comenzaron hablar de sus vidas y algunas anécdotas de Woonhak, provocando que se rieran y tuvieran un buen tiempo juntos.

Jimin se sentía encantado con el pelinegro, hace mucho tiempo que no hablaba con alguien tan cómodamente y lo único que podia hacer era crearse ilusiones en su cabecita, no podía evitarlo, no cuando Yoongi lo trataba tan bien y era tan atento. Sabía que se acababan de conocer, pero no tenía nada de malo en desear al hombre frente suyo, ¿no?

-Woonhak se parece mucho a ti, supongo que tu esposo debe amar eso. -El pelinegro quería tantear el terreno un poco, saber dónde se estaba metiendo y si era conveniente, podía ser un hijo de puta la mayor parte del tiempo, pero jamás se involucraría con alguien casado, su madre había sufrido aquello gracias el jodido hombre que se hacía llamar su padre.

-No estoy casado.

-Lo lamento, es solo que pensé que una persona tan preciosa como tú ya tendría pareja. -jimin sintió su corazón acelerarse con solo escuchar esas palabras.

-Gracias,Yoongi, es muy amable de tu parte que digas eso. -Le dió una pequeña sonrisa al contrario y siguió disfrutando de su malteada de fresas.

-Es la verdad, me he divertido mucho hablando contigo. -Quiso agregar algo, pero el sonido de su celular llamando lo distrajo y con una mueca lo sacó de su bolsillo. Al ver quién lo estaba llamando soltó un suspiro y volvió su mirada al lindo rubio frente suyo. -Fue un placer conocerte, jimin, pero debo irme por temas de mi trabajo. -Ambos se miraron y el bailarín solo pudo asentir apenado por la repentina despedida.

-Lo comprendo, fue un gusto conocerte también. -Al ver que el pelinegro se levantaba hizo lo mismo y se acercó a darle un pequeño beso en la mejilla como despedida.

- ¿Yoogi se va? -Los mayores se miraron y con una sonrisa en sus labios, Yoongi se agachó para quedar a la altura del niño.

-Tengo que ir a trabajar, pulga.

- ¿Por qué?

-Porque si no voy me van a castigar.

- ¿Mami te va a castigar? -Y aunque el pequeño lo dijo de forma inocente, en la cabeza de Jeon no pudo evitar formar diversos escenarios en los que el rubio lo castigaba de una manera tan placentera.

-Tal vez. -Al decir aquellas palabras miró a jimin fijamente y le guiñó el ojo.

Y a jimin no le tuvo que haber gustado esa insinuación tanto como lo hizo.

→→→→→→→

Holass aquí segundo cap espero les guste si es así dejen su voto ^^
Horita les actualizo otro cap mas jejeje

Bᴇᴛᴛᴇʀ ᴍᴀɴ«ʏᴏᴏɴᴍɪɴ»|ᴛᴇʀᴍɪɴᴀᴅᴀ| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora