Capítulo 3 - la varita -

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Esa tarde ____ nunca llegó por su bolso por lo que simplemente me fui, supongo que ella podría encontrarme luego, ya que se fue en medio de su ensayo de porristas.

Estábamos hablando con mal sobre el plan para llevarnos la varita del hada madrina, cuando tocaron la puerta del cuarto, en eso mal se detiene de hablar y abre la puerta, dejando ver a una chica asiática y a una cabellera negra perfectamente peinada, su manicura perfecta y sus pestañas largas, un momento me la quedé mirando.

____ siempre era realmente linda, sin duda más linda que cualquiera que hubiera visto antes, pero eso solo me provocaba emoción, un revoltijo en mi estómago, quizás ella... Era como la musa de los artistas ¿no?, ¿esto sentían ellos al tener una musa?.

- ¿por qué haría eso por ti? - preguntó mal, no entendí en un principio ya que no había escuchado lo que hablaban.

- te pagaré 50 dólares - al decir eso de la chica, me levanté.

La cara de ella decía "dinero" en todas partes y la mía decía "dame ese dinero", le quité la billetera de las manos y sonreí.

- bien dicho, necesito dinero para mis materiales. - comenté complacido mirando a mal mientras me miraba algo molesta por eso.

La chica paso adentro del cuarto seguido de ____ quien se quedó a mi lado con una sonrisa en su rostro.

- lo quiero cool como mal. - habló emocionada de su cabello.

- ¿enserio? - comenté extrañado. - ¿con puntas abiertas? - mal me miró mal y yo le recordé el dinero agitando la billetera.

Una carcajada salió de los labios de _____ a mi lado, me miró con una sonrisa, miré disimuladamente a ella.

- vine por mi bolsa. - comentó formando una sonrisa en sus rojos labios, ____ llevaba el uniforme de porristas.

- ho, por eso llevabas algo tan... - dije asqueado por la vestimenta de porrista, era chillona y fea. - podría hacerte algo mejor. - me elogié.

Me daba algo de pena, _____ era realmente hermosa, y como si fuera mi modelo ideal, estaba seguro de que podría hacerle algo mejor que... Eso...

- ¿a mí tampoco me gusta sabes? - se quejó un poco divertida por eso, inflando sus mejillas, sin duda ella era adorable, me doblegué un poco dejándolo pasar, le di su bolsa y rápidamente vi como dejo la habitación sin decir algo más.

¿ni siquiera un "gracias"?.

- ho. - se detuvo dándose vuelta sobre sus pasos para verme, la miré de vuelta esperando a que hablara, sonreía alegremente, pero de la nada, apagó esa sonrisa. - resolví tu problema, no te vuelvas a involucrar con esa chica. - habló ahora algo seria.

Me quedé inmóvil, no esperé eso en absoluto, su mirada era aterradora, pero en verdad, que esa cosita tierna dijera algo enojada, la hacía ver tierna también.

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"En primera fila solo están mis padres, mi consejera y mi novia" esa frase condenó a ben, unos días luego de que hiciera la tarea de queenie por última vez, ahora ella me veía con miedo y por alguna razón evitaba hablarme.

Estábamos jay, carlos, mal y yo en la cocina del instituto auradon.

- bien aquí dice que la poción necesita lágrimas, pero yo nunca lloro. - dijo mal molesta por eso.

- ¿rebanamos unas cebollas? - preguntó carlos.

- no, dice que se necesita una lagrima de tristeza humana y esta poción es la mejor, así que no hay que equivocarse. - comentó mal preocupada.

- si lloras o lloras da igual. - dijo jay enojado.

- No es cierto, tienen anticuerpos y encimas, pero una lagrima emotiva tiene más proteínas que las de dolor. - comenté lógicamente.

Todos se quedaron mirándome luego de eso.

- sí que has leído... - dijo mal mirándome.

- si yo... Lo sabía. - mencionó jay no muy seguro.

"Ahí estas mal" se escuchó, la chica del cabello de antes, looney, se acercó a nosotros alegremente por su nuevo estilo.

- te estaba buscando. - dijo a mal. - ¿sabes?, todas las chicas quieren que les arregles el cabello... - miró la mesa. - ¿bocadillo nocturno?, ¿qué están haciendo?.

La masa de galletas con la pasión de amor, ella miró alertando a todos, looney miró inocentemente, tomando con un dedo rápidamente para comerla, intentamos detenerla, pero ya había comido.

- ¿sientes... algo? - pregunté asustado.

- si... Probablemente falte algo más. - dijo mirando las galletas. - ¡necesita chispas!.

En eso la puerta se abrió prendiendo la luz del lugar, era ____, miré sorprendido, no había sido el único que estuvo a punto de botar el corazón por la boca del susto.

- es tarde looniely. - dijo sonriendo al verla, dándole un apodo a la chica de manera dulce.

- hola, señorita. - dijo jay coquetamente, siempre era así con todas las chicas, así que no me molestó en lo absoluto, solo me preocupó un poco.

- hola jay, chicos. - rió armoniosamente - estabas con los chicos looniely.

- ya iba a dormir. - rió lonney al verla. - veo que no puedes dormir sin mi~ - dijo felizmente, cosa que se podía malinterpretar.

Me miró y yo a ella cuando dijo eso looney, ____ habló cuando me escandalicé por eso.

- somos compañeras de cuarto. - confesó sonriendo. - claro que no puedo sin tenerte ahí looniely~ - habló dulcemente, se notaba algo fingido.

- sí, voy enseguida ____. - le dijo felizmente, miraba enternecida a su amiga. - pero mira, los chicos están haciendo galletas sin chispas. - objetó.

- ¿Qué es eso de las chispas? - preguntó mal.

- chispas de chocolate. - afirmó looney.

- sí, es el mejor grupo alimenticio, el más importante. - habló ____ animadamente congeniando con su compañera de cuarto.

- ¿sus mamás nunca les prepararon galletas de chocolate? - preguntó looney mientras agregaba chispas a la masa. - cuando te sientes triste y... Están bien calientes con un, ¡enorme!, vaso de leche y ella te hace reír y todo cobra una nueva dimensión... ¿por qué me miran así? - preguntó a los chicos sin darse cuenta.

Bueno... Amo mucho a mamá pero... Nunca ha hecho algo así o a dicho que está orgullosa de mi o... Me ha consolado alguna vez... me apoyé sobre la pared de atrás, pensando un poco y recordando, amo a mamá pero... Hago lo que ella me pide y soy un buen niño con lo que ella quiere, pero... Pero ella...

- nuestra vida es diferente. - dijo mal.

- Si, lo sé, yo... Pensé que hasta los villanos amaban a sus hijos... - se le escapó a looney, intentó buscar algún signo de que fuera falso, pero no respondimos, no podíamos negar como eran nuestros padres. - eso es...

- horrible. - escuché en un susurro a mi lado.

De repente sentí peso en mi brazo, ___ me abrazaba del brazo, sin querer invadir más mi espacio, bajé la mirada, no podía decepcionar a mamá... En eso sentí como ella me dio palmadas en el hombro y se acercó a abrazarme sin que tuviera que responder.

- son muy fuertes. - aseguró sonriendo al mirarme. - eres un gran chico, estoy segura de que lograrás todo lo que sueñas. - al escuchar eso, era como si un bebé, porque ella tenía cara de niña inocente, como si una cosa tierna se pusiera seria y me intentara enseñar una lección, di una carcajada por eso y ella relajó la mirada.

- gracias. - acepté ser consolado por ella. 




Mala Manzana ( Evie Male X Lectora )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora