Capítulo 11 -el comienzo-

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el hombre algo harto de todo el espectáculo miró preocupado a su ahora esposa, la bella mujer de rojos labios formó una mueca de horror.

- florian, debes detenerte. - pidió agarrándose a su pecho, ella lo veia suplicante. - es mi madre.

- es tu madrastra, esa bruja intentó matarte. - afirmó molesto, estaba a punto de explotar, verla tan mal cada vez que veía una manzana era suficiente como para desquiciarlo.

- ella solo está siendo controlada por el espejo. - espetó ella, a punto del llanto, ver a la mujer que tanto había cuidado de ella así la dejaba mal.

en la mente de blanca nieves, veía a esa mujer cuando recordaba a una madre, a pesar de lo que había sufrido, la imagen de la reina Grimhilde y la de la reina malvada eran diferentes para ella, y adentro de esa cruel mujer... aún estaba Grimhilde, su amada madrastra a la que alguna vez llamó "mamá".

unos pasos resonaron calmadamente, el joven rey vio a un costado en dirección hacia su mejor amigo, adam bestia, quien miraba algo preocupado al contrario, miró como todos se burlaban del sufrimiento de la reina malvada, quien con agonía seguía bailando según la etiqueta real.

- sé cómo te sientes, pero esto no te llenará florian, eres rey, y pronto cuando unifiquemos todo el mundo, serás rey de los estados unidos de auradon. - completó adam. - este no es un adecuado regalo de bodas para tu esposa. - él miro a blanca nieves.

- lo sé adam. - resopló molesto, miró a la mujer que era obligada a bailar, con esos zapatos al rojo vivo, posiblemente la piel de sus pies se encarnaría en los zapatos de hierro fundido si pasaba un minuto más.

florian era soberbio, un rey digno pero vengativo, adam sabía que no era el adecuado para ser rey de auradon, pero no veía a nadie más capaz que él tampoco, porque no se tenía la confianza para serlo, ese día, cuando florian decidió no terminar su venganza, y ayudó a la reina malvada por última vez, desterrándola a la isla junto a los otros villanos, ambos amigos tuvieron una plática, en la playa, mientras veían la barrera en la lejanía, aquella barrera que les aseguraba un futuro pacifico a todos.

- no me creo capaz adam. - miró a su amigo, quitándose la corona.

su hermosa esposa, junto a bella, estaban en el castillo de bestia, disfrutando de la tarde, mientras ellos veían el comienzo de su nueva vida, veían la isla que encerraba sus peores temores y sus mayores anhelos, por parte de florian, anhelos de vengarse, que aún no salían de su ser, Adam al escucharlo miró preocupado la corona, se levantó escandalizado.

- ¡no!, ¡¿quién va a gobernar auradon si no eres tu?! - le preguntó a su amigo.

el joven rey miró al rey bestia, quien veía desconcertado cuando se levantó a la par suya, y le colocó la corona que antes era de florian en la cabeza, las luces del ocaso tiñeron la nuca del nuevo rey de auradon mientras su amigo se arrodillaba de nuevo.

- tu... tú serás el rey de auradon, adam...

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-ben. - pronunció la chica mirando al contrario quien miraba unos papeles traídos por ella.

dirigió la mirada a la chica, ____ veía algo preocupado a su amigo.

- lo lamento, no escuché, ¿qué pasa? - preguntó preocupado.

- ¿crees que fue correcto mezclarnos tanto con los chicos de la isla? - pregunto de repente.

dirigió su mirada a un costado, esta fue seguida de la de ben, quien instintivamente vio con ella aquel cuadro en la sala del trono, un cuadro pintado, quizás estilo barroco clásico, de los reyes que unificaron audaron, el rey florian, padre de ____ y el rey adam bestia, padre de ben, ambos salían representados unificando auradon.

- mi padre me dijo que no debía ser como él y tu... sabes a que se refiere ¿no? - preguntó preocupada, una mirada nerviosa, fue respondida por un suspiro del chico.

- no somos nuestros padres ____. - afirmó mirándola. - así como los chicos no son como sus padres.

la mirada segura del rey ben dejó más confiada a la chica.

- ¿sabes?, mal me dio una galleta con un hechizo de amor. - confesó.

esto descolocó a la contraria, haciéndola abrir los ojos con espanto, un rápido flash le vino, recordando las galletas que hacían los chicos aquella noche y el comentario de evie cuando le dio las suyas, apretó las hojas en sus manos, haciendo una mueca.

- ¡¿cómo se atreven a mentirnos?! - gritó enojada.

- lo sabía...

- ¿qué?

- el encantamiento desapareció en el lago encantado, mamá siempre decía que no tenemos que juzgar todo a primera vista. - recordó haciendo que ella lo mirara en duda.

- ¿a qué quieres llegar? - preguntó ella desconfiada.

- yo... quería dejar a audrey. - confesó juntando sus manos en su cara, con la mirada perdida recordando algo lejano. - no fue la manera, pero no sentía nada por ella ya.

- ben... no digo que haya estado mal, pero no era manera encantarte. - reclamó más calmada.

- conocí realmente a mal estos días, y le he tomado cariño... no son malos chicos, solo tienen otras costumbres. - confesó.

- ¿cómo dar un encantamiento de amor en galletas de chispas? - reclamó la chica.

- cómo no saber expresarse y hacer cosas malas porque son los únicos métodos que conocen. - espetó.

ella bajó la mirada, él tenía razón, conocía lo suficiente a esos chicos como para notar que mal estaba realmente enamorada de ben ahora, además ella y evie...

- si evie hiciera algo así, ¿no lo perdonarías? - preguntó con gracia el rey.

- no metas a evie en esto. - reclamó la chica, miró a un costado y dio un suspiro. - si vertiera veneno en mi taza de té, lo perdonaría. - aclaró, haciendo que ben riera por su sinceridad. 










Mala Manzana ( Evie Male X Lectora )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora