Visitas al bebé

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Las semanas pasaban y muchas personas visitaban al bebé, Azi era minucioso y no dejaba que besaran a este ya que estaba muy pequeño aún. Dayana y Dagon se la pasaban contemplando al bebé cuando Aziraphale tenía que hacer otras cosas. Crowley cuidaba del niño si se despertaba en la madrugada, para que Azi descansara le cambiaba los pañales y le daba un biberón de leche volviendo a dormirlo. Estaban haciéndolo muy bien, y la madre Alfa estaba orgullosa de ellos.

El bebé era muy querido por todos, los que llegaban a verle querían cargarlo y mimarlo, la madre de Crowley le había aconsejado al omega que lo mejor era disfrutar mientras fuese pequeño y darle una educación sana. Sabía que el abuelo de Aziraphale había sido tóxico en la crianza de sus nietos, pero él no iba a ser igual, además quería una vida llena de amor para su bebé.

Se encontraba ahora en la habitación, acababa de poner al nene en la cuna tras un baño, Cristopher tenía un comportamiento pasivo, no era llorón y reaccionaba bien ante las feromonas de los demás, aunque preferían no exponerlo a estas. Aquello hizo a su abuela sospechar de que tal vez sería un alfa, o en el más raro y emocionante caso; un omega dominante. De esos ya no se veían, pero Cristopher siendo un bebé de apenas unas semanas asimilaba muy bien los olores de sus padres y sabía como llamar la atención de estos con sus suaves feromonas de bebé.

La puerta principal de la mansión fue tocada y recibieron allí a Metatron, no era una visita grata pero por respeto al rubio le avisarían. La suegra apresuró el paso escaleras arriba, llegando donde Azi que miraba a su bebé.

— Aziraphale tú abuelo ha venido para ver al bebé.

Anunció la madre alfa, viendo preocupada al omega que mecía al niño en la cuna. Aziraphale suspiró, no podía negarle la entrada a su abuelo cuando ya estaba allí. No lo había invitado, pero el anciano se apareció de igual modo, ya no podía echarlo.

Se rindió pidiéndole a la mujer que le hiciera pasar, un sirviente trajo té y algo de beber para el viejo. Metatron entró a la habitación viendo alrededor, para él nada era lindo y todo lo encontraba feo. Se quejó del tipo de cortinas que usaban y hasta de la cuna en que dormía el bebé.

— Bienvenido abuelo...

— Aziraphale, he venido a ver a mi bisnieto, me enteré por terceros que nació, ¿no ibas a invitarme a conocerlo?

— Usted mismo había dicho que no le interesaban este tipo de cosas —se cruzó de brazos, viendo al anciano servirse un trago de whisky.

— Me dijo Gabriel que se llama Cristopher, pensé que le pondrías como tú padre.

Metatron se acercó a la cuna, mirando sin interés al bebé, tocó las sábanas y se apartó. Hizo una mueca fea al bebé, Aziraphale enseguida se encaminó hacia su hijo, viendo que no tuviese nada.

— No, se llama Cristopher y ya llenamos el acta para el bautizo con ese nombre —meció con suavidad la cuna, haciendo al bebé adormilarse.

— Pensé que se parecería más a los Archangel's, veo que sacó los genes de tu esposo —bebió de su vaso, haciendo al rubio fruncir el ceño—. Si hubiese sido hijo de Lucier...

— Pues sí, y estoy muy feliz de que se parezca a mi esposo, gracias a Dios no se parece a usted —lo encaró—. Y no, jamás hubiese sido hijo de ese hombre, preferiría caer en el infierno antes que darle un primogénito a Lucier, ¿por qué usted no se casa con él y le da un hijo? Si no le gusta o le parece desagradable mi bebé, puedes marcharte.

— Eres tan indisciplinado, no entiendo cómo conseguiste esposo, ¿y donde está ese alfa? Debería estar a tu lado...

— Mi alfa fue con el doctor para comprarme unas medicinas, y no hables de deber, usted no es el mejor para hablar aquí.

Metatron tenía las de perder en aquella discusión, así que antes de quedarse sin disparos decidió abandonar el campo de batalla. Dio la espalda dispuesto a marcharse, Aziraphale tomó al bebé entre sus brazos besando la cabecita del mismo.

— No daré ni un medio para el bautizo de tu hijo.

— Usted no tiene que preocuparse por ello, mi familia cubrió la mayoría de gastos, el príncipe Beelzebub también ayudó. Y además —tomó una bocanada de aire, soltándolo todo de una—... usted no está invitado al bautizo de mi bebé.

Insultado se alejó saliendo de la habitación, bajando las escaleras se encontró con Crowley quien de manera formal le saludó, recibiendo a cambio una cara amargada. Al subir junto a su esposo e hijo le preguntó al omega que había sucedido con su abuelo, a lo que este le contó lo que había sucedido.

— Muy bien mi ángel, aunque sea tu familia no dejes que te aplaste. Nosotros somos tu familia ahora y te defenderemos, ese viejo amargado, está bien que no lo invitaras al bautizo.

Para reconfortar a su amorcito, Crowley le llenó el rostro de besos y cargó al bebé para que Azi descansara un poco los brazos, pidiendo a una sirvienta que le trajera un postre a su esposo.

Desde el parto había estado algo débil de salud, pero el médico les explicó que era normal por ser el primer parto. Azi aveces tenía dolores y cambios hormonales, pero con algunas medicinas y las feromonas de su esposo se restablecía. Cuando el bebé dormía por el día le dejaban en su habitación con una sirvienta calificada para cuidarlo.

La pareja entonces aprovechaba para poder expulsar sus feromonas sin alterar al bebé, eran precavidos y no exponían sus olores fuertes cerca de su hijo. Aún cuando el nene si que asimilaba el aroma de sus papás, ellos decían que mejor no exponerlo a tan temprana edad.

Gabriel se había convertido en el tío favorito ya que Cristopher adoraba ser cargado por él, le gustaba ir donde su hermano para pasear al bebé en el cochecito por el patio de la mansión. Azi le preguntó sobre la futura boda, Gabe le contaba que sería para el próximo año, que aún estaban organizando cosas importantes en el trabajo.

— Beelzebub es un príncipe después de todo, sabíamos que habrían trabas, si familia no quiere que se case conmigo —dijo sin darle importancia.

— ¿Se casarán sin la bendición de la familia? No entiendo, ¿no afectará a Beelz eso?

— Está buscando unos registros familiares, según tengo entendido ya sucedió una vez que dos alfas se casaron en la familia real, el problema es la descendencia, no pudieron tener hijos así que no heredaron la corona.

— ¿Y Beelzebub quiere la corona? O es el único descendiente y por eso...

— Tiene un hermano pero a quien le pertenece la corona es a Beelzebub, si logra encontrar los registros entonces los llevará a la corte real y expondrá su criterio.

— Cosas de reyes —bromeó haciendo reír a Gabriel.

Omega y AlfaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora