Flechas Obsidiana

01. Abrazar A La Muerte

01. Abrazar a la muerte.

Harry caminó por el bosque prohibido, Sus padres, Sirius, Remus y Tonks caminaban detrás de el.

Apretó con fuerza la piedra negra con el símbolo de las reliquias de la muerte en su mano, observando a la distancia a los mortifagos esperándolo.

- ¿Estarán junto a mí?

- Siempre estamos junto a ti, Harry...

- ¿D-Duele? ¿Duele Morir?

- No, Harry... es como dormir. Tus músculos se relajan.

- Te amamos, Harry.

- Lo se, Papá.

Harry soltó la piedra, dejando se se perdiera entre las hojas marchitas del bosque. Respiró hondo, reflexionado sobre su vida mientras emprendía el camino hacia su muerte. Reflexionó sobre el como había malgastado su corta vida siguiendo a eso maldito manipulador... recordó su infancia, ¡maldita sea! Si tuviera la oportunidad mataría a esos bastardos que se hacían llamar su familia por como lo trataron y el infierno que le hicieron pasar durante más de 10 años. Recordó a sus 'amigos', el como lo trataron durante sus años escuela y, en general, su comportamiento hacia el.

Cuando llegó al claro donde los mortifagos y Voldemort esperaban, comenzaron a burlarse, siendo liderados por la arrogante carcajada de su patético señor.

- ¡Así que has venido a morir! -Voldemort dijo con una estruendosa carcajada- irónico, ¿no crees? El chico que vivió viene a morir -Se burló mientras levantaba su varita.

Harry agacho la cabeza mientras deslizaba su varita por su muñeca hasta su mano y le levantó mientras murmuraba.

- He aceptado mi muerte, Tom, ¡pero no me iré sin pelear!

- ¡Un duelo será! Creo haberte enseñado como se hace, ¿lo recuerdas? ¡Imperio!... 'Inclínate... inclínate... ¡que te inclines! -Voldemort gruño cuando levanto la vista. Ahí estaba Potter, sin moverse, con una mirada despreocupada en su rostro. - Muy bien, si así son las cosas... ¡¡Avada Kedavra!!

Usando su propia varita, harry levantó un gran pedazo de suelo, evitando que el hechizo verde lo alcanzara. Junto antes de que Voldemort pronunciara un nuevo hechizo, harry saltó por detrás de la roca, apuntando hacia Tom y pronunciando su propio hechizo.

- ¡Accio: Varita de saúco!

Fue total sorpresa para tanto los mortifagos como para su Lord el momento en el que la varita anciana se deslizó de los dedos de hombre serpiente y voló directamente a las manos de Harry, quien, apenas la obtuvo, la tomó con sus dos manos y la llevó a gran velocidad hacia su rodilla, partinedola a la mitada mientras soltaba chispas.

- No... ¡No! ¡¡NOOOO!! ¡¡MALDITA SEAS HARRY POTTER!!

- Sabes, Tom, cometiste un error al subestimar...