09. Un Sincero Sentimiento
El desayuno fue, en su mayoría, lo más tranquilo posible. Emily se había marchado a gringotts antes de que Cedric despertara, dejando al castaño solo hasta que Harry llegara.
Harry estaba tenso en su silla. Los susurros en las sombras cada vez lo estaban atormentando más. Además, el poder sentir la magia de los alrededores no ayudaba en lo absoluto, pues toda la casa estaba infestada de magia negra. No era simple magia oscura, no, esta era magia negra, totalmente negra, lo que significaba rituales con sangre, carne y huesos humanos, y una MUY retorcida magia del alma.
Cedric parecía estar igual de enfermo, pero desconocía si era la situación por la que pasaba o era igual a él y podía sentir asquerosa presencia.
— Oye, Ced, ¿qué tal si me acompañas a ver las propiedades Potter?
— ¿Tan pronto? Pensé que esperarías a Marcus.
— No. —Negó— Marcus fue a pasar lo que queda del verano con sus amigos a Andorra.
— Bueno... creo que estaría bien... mamá no regresará hasta la noche...
Harry sonrió. Solo un día lejos de ese hombre y ya había comenzado a tener confianza.
La noche anterior se habia sentido culpable por invadir de esa forma su privacidad, y podía decir que Septimus también, pero no se arrepentian en absoluto de lo que habían logrado.
Después de que los aurores llegaron y tomaron las declaraciones de ambas víctimas, Harry se dio cuenta de algo. No habían recolectado los recuerdos. Sin recuerdos, no había posibilidad de abrir un caso real en contra de Amos. Al menos no por abuso doméstico.
Harry ya había corrido hasta las chimeneas, sellandolas con fuerza y evitando que los dos aurores que respondieron al llamado se marcharan cuando Septimus y Matthew llegaron, habiendo llegado a la misma linea de pensamiento.
Las amenazas de Lord Weasley o Lord Flint no sirvieron de nada, sin embargo, su propia amenaza fue la vencedora. Se aseguró de destruir sus voluntades, de doblegarlos, usó su magia para crear una fuerte presión y obligarlos a arrodillarse, distribuyó magia en sus iris y pupilas para hacer que brillaran. Por supuesto, también se aseguró de arruinar sus mentes antes de dejar se se movieran y suplicaran perdón.
Media hora después, Amelia Bones y Rufus Scrimgeour llegaron, siendo Scrimgeour quien, ignorando las órdenes de Amelia, amenazó a tres Lores de casas antiguas y nobles, acusó a Matthew de haber atacado a sus aurores e intentó arrestarlo sin prueba alguna.
Primer chasquido... Rufus estaba arrodillado.
Segundo Chasquido... Rufus estaba ahogándose...
Tercer chasquido, Rufus estaba mirando hacia arriba, suplicado con la mirada que se detuviera.
Cuarto chasquido... el hombre cayó al suelo, inhalando suplicantemente en busca de oxígeno.
~•~
Harry miró hacia el vestíbulo principal. No era tan grande como esperaba, y estaba aliviado por eso. Era amplio, si, pero parecía que era más que nada la falta de muebles.
La mancion era grande, llena de pasillos y habitaciones. El comedor, sin duda alguna la sala más grande del lugar.
Además, parecía estar ampliada mágicamente, ya que por dentro había mucho más espacio del que se veía por fuera.
— Es linda, ¿no crees?
— Lo es, además... la magia aquí es limpia... no magia clara, más bien como un cálido gris reconfortante.
ESTÁS LEYENDO
Flechas Obsidiana
FanfictionHarry acepta a la muerte cuando camina hacia el bosque prohibido. Le da la bienvenida, como si de un viejo amigo se tratase. ¿Y la muerte? La muerte se apiada del pobre chicos que es su maestro. ¿Y Destino? Ella solo se mete en los planes de Muerte...