¿Cuántas posibilidades hay de enamorarse de la misma persona en más de una ocasión?
Si en verdad estamos enamorados, ¿Eso sería posible?
Si no se logra, entonces, ¿Jamás hubo amor verdadero?
Emma Black, conoció a Aleck White y ambos comenzaron a o...
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—ya verás que esto será un excelente cambio para las dos...-—mamá suspiró. —¡Ya veraz! Esto será increíble. No hay por qué tener pánico. Y será mucho mejor para tu música
—mamá... En primer lugar. Eso es un secreto, no debes comentarlo...—murmure mirando hacia la ventana. —y en segundo lugar, yo no me siento nerviosa, tu si lo estás.
—lo se, lo sé, sé que insistes en mantenerlo como un secreto.—ella se alzó de hombros.—pero tu misma decidiste que en unos meses dejara de ser un secreto... Y con respecto a los nervios, pues, es complicado, no pense que tú abuelo nos dejara todo... Pensaba que daría todo a la caridad al momento de irse.
—si claro, por qué desde el reino de los cielos, no perdona tu elección de pareja...—susurre. Mamá suspiro, para después soltar una risa nerviosa.
—todo saldrá bien, lo prometo—tomo mi mano, yo le dedique una sonrisa de apoyo.
Suspiré y me volví a colocar los audífonos.
El abuelo jamás le perdono a mi madre su elección de pareja, esposo y padre, para mí. Honestamente, no era un mal padre, pero tampoco era una gran figura paternal.
Cuando mi abuelo estaba vivo, tenía demasiados contactos en la industria musical. Su empresa era más grande en cuanto a distribución de discos, así que tenía sus contactos.
Desde pequeña... El sentía que yo tenía un talento especial...
—¡abuelo!—grite corriendo hacia el.
—mi niña. Dime, ¿Que necesitas?—se detuvo de ordenar los anaqueles repletos de discos.
Una pequeña Emma no dijo nada, solo apunto hacia la guitarra que se encontraba en el mostrador de la tienda.
—ah... ¿Quieres que cantemos juntos, preciosa?—mi abuelo sonrió mientras yo asentía.
Nos dirigimos hacia al patio que se encontraba atrás de la tienda. Era demasiado lindo, lleno de flores y con un columpio para dos personas.
Nos sentamos en el columpio y mi abuelo comenzó a tocar su guitarra.
—¿Cuál cantamos nena?
Una pequeña Emma comenzó a cantar "can't help falling in love" mientras jugaba con sus manitas torpes.
Mi abuelo no tardo mucho en seguirme con la tonada.
—For I can't help... Falling in love with you—cante el último verso.
—eso es todo nena...—sonrío animado. —algun día, serás una artista reconocida y todo el mundo aclamara tu talento...
—abuelo... ¿Cuando ese día llegue, me darás la tienda de discos?—mencione emocionada.
—¿este lugar?, mi niña, comparado con todo lo que lograrás, este lugar será nada para ti...
Siempre tuvo fé en mi... Hace dos años, me descubrió tocando y cantando en mi habitación. Yo tenía catorce años...
—nena, tu madre te ha estado buscando. ¿Puedes ir a—se detuvo en seco al entrar a la habitación y mirarme.
Estaba en una habitación, cantando y tocando mi guitarra a escondidas, recuerdo grabarla con ayuda de una grabadora vieja.
—eh... Nada, nada, abuelo...No le digas a nadie de esto...—intente ocultar mi guitarra atras de mi espalda.
—con que ahi estaban mis casettes vacios...—solto una risa. Yo solo mire hacia abajo avergonzada. —nena, te vi, desde que tienes uso de razón, te he dicho desde pequeña, que tú eres una increíble artista, tienes talento.
En ese momento no me atrevi a mirarlo, tan solo pensar en que alguien más que no fuera el, me escuchará cantar, hace que se me revuelvan las tripas...
—escucha Emmi, tienes el talento. Pero de nada servirá que lo tengas, si no se lo muestras al mundo... Solo es cuestión de que tu quieras hacerlo... Tengo amigos, tengo contactos que podrían ser de ayuda, solo necesito que tú quieras hacerlo.
Siempre fue un gran apoyo para mí... Siempre creyó en mi...
Para ser un hombre de edad avanzada, era muy moderno.
—abuelo, ¿Estás seguro de esto?—mencione nerviosa.
—¡por supuesto nena! Mis amigos de MK Records te harán despegar. —menciono apretando los botones en un viejo teléfono.
—es que... No tengo idea de nada de esto, solo subo mis canciones a internet con un seudónimo tonto...—comence a sentir nervios de lo que podría pasar.
—tranquila nena, mis amigos sabrán que hacer.—me dió una sonrisa. —aun que sigo sin comprender que es el internet—solto una risa.
Suspiré mientras intente recuperar el aliento. Era la oportunidad de mi vida... Según el abuelo, solo era un impulso para que el mundo pudiera conocer mejor mi trabajo como artista musical.
No estaba obligada a mostrar mi rostro o a decir mi nombre real...
—si, si. Entonces nos vemos ahí. Te juro que la amarás, ¡te va a encantar!—colgó el teléfono.
—¡el mundo amara adyblack! Te lo aseguro.
Mi abuelo me abrazó. Yo sonreí confiada. Aunque es extraño que alguien me llame por ese seudónimo...
Suspiré preocupada de lo que pasará.
Y ahora, cumpliré con un gran sueño que el estaba deseoso de verme realizar, jamás perdió la fé en mi... Desde pequeña, siempre creyó en mi...
XxXxX
¡Segundo capítulo! En verdad espero que les guste esta historia. Es bastante especial para mí, y espero que también lo sea para ustedes.
