Capitulo 5 "Visita"

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Si no hay riesgo, no ocurrirá nada nuevo

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Si no hay riesgo, no ocurrirá nada nuevo...
¿Cuántas cosas no hemos hecho por miedo?
¿Cuántas oportunidades hemos dejado ir?
Supongo que el cambio es bueno. Tener el valor de cambiar las cosas, aún que comprendo que lleva muchos riesgos, también muchas satisfacciones...
No puedo imaginar el número de expectativas que habrá sobre mi. Mi rostro, mi cuerpo, mi capacidad.
Aunque no por eso dejará de ser duro o doloroso, ni mucho menos dejará de costar o doler.
A veces, la única forma de salir es atravesando.
Desde hace mucho he estado huyendo de mis miedos.

Solo podía observar las casas y negocios mientras el auto se movía en dirección a la disquera con la que contacto mi abuelo.

—debes creer en ti... Debes creer en tu talento...—menciono mamá mientras giraba el volante.
La miré con extrañeza.
—¿Qué? Te estoy ayudando—me sentí como un perrito al girar la cabeza a un lado con confusión.—estoy decretando... Yo decreto confianza en ti...—habló con un tono bastante extraño.

La ignore y seguí mirando la ventana.
Se sentirá extraño empezar a tener un jefe, ahora tendré que reportarle todas mis ideas a alguien para que las apruebe, mamá dice que eso no será así, que si fuera así, el abuelo jamás lo hubiera contactado, pero es un poco difícil de creer.

A los minutos pude mirar el edificio de la disquera.
Se notaba que era un edificio color blanco con más de díez pisos. Suspiré al estar enfrente de la puerta.

Al entrar, una señorita rubia muy amable nos atendió. —¡Buen día! ¿Cómo puedo ayudarlas?

Mamá menciono la cita que teníamos hoy. La señorita abrió de más los ojos. —¡oh, claro! Adelante, el señor Montero las espera en el quinto piso, en la primera puerta a la derecha.

Mamá y yo asentimos con la cabeza. Al entrar al elevador, no me equivoqué al decir que eran más de díez pisos.

Por dios... ¿Que estoy haciendo?

Las puertas del elevador se abrieron, encontrándome con un destino incierto.

Ni siquiera fue necesario tocar la puerta, pues parecía que el señor Montero adivino que alguien tocaría la puerta.

—¿Emma Black? ¿Ya ha llegado Emma Black? ¿Dónde está Emma Black?—grito el señor Montero luego de abrir la puerta.

—eh... Yo, yo soy Emma Black. —el hombre me miró confundido. —¿Sin gafas, ni gorros, algún tipo de protección?—me respondió. Yo negué. —pero adelante preciosa, no te quedes ahí—nos invito a pasar a su oficina.

—Señor Montero, soy Maryel Black. Madre de Emma, mi padre. Dylan Black, hablo con usted respecto al talento de mi hija y la posibilidad de impulsar una carrera profesional.

El hombre asintió de forma tranquila. —pues, primero que nada, agradezco su preferencia a mi disquera. Es una pena que el señor Dylan no pueda acompañarnos, mis más sinceras condolencias a su familia... Era un hombre muy bueno.

Mi garganta se cerró al oír eso.  No quiero hablar del abuelo, aún no estoy lista para hablar de eso...

—he oído a detalle lo que ha realizado Emma, o mejor dicho, ¡Dyblack! —Montero sonrió con entusiasmo. —y debo decir que la familia de MK Records, estará encantada de recibirte. —coloco un contrato extendido sobre el escritorio.

Mamá lo tomo y comenzó a leerlo. Una vez que estuvimos de acuerdo con  todo, mamá lo firmó.

Esa firma representaba el inicio de una nueva etapa en mi vida. Una etapa que estaba más que ansiosa de comenzar.

Por dios... ¿Que estoy haciendo?

XxXxX

¡Por fin un nuevo capítulo! Un poquito corto, pero nos da más información sobre Emma. Espero les guste y prometo actualizar pronto.

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