Hanji Zoe, poseía un gran historial de accidentes caseros. Los cuales incluían explosiones, incendios y también intoxicaciones.
Para desgracia del mayordomo de débiles nervios, la mayor parte del tiempo debía procurar que la testaruda mujer no se metiera en problemas. Sin embargo, no siempre llegaba a tiempo de evitar un accidente.
Tom tomó su pulso una vez más y por fortuna, este volvió a su normalidad en el transcurso de las horas. En ese momento, Hanji Zoe dormía plácidamente sobre su cama, con sus cabellos color caoba esparcidos por todas las blancas sábanas. Al menos se veía de mejor semblante que rato atrás, cuando fue encontrada por Moblit.
—¿Alguien sabe qué fue lo que ocurrió? —preguntó Tom.
Ninguno tenía la real certeza de lo sucedido en realidad. Las mujeres de la servidumbre se mantenían con la cabeza baja, y por otro lado, al esclavo no se le permitió permanecer en la misma habitación por órdenes del mayordomo que lo sacó, casi como a todos los demás.
Más tarde, Zeke Jaeger irrumpió en la casa de Hanji Zoe al enterarse de la noticia. Fue entonces que vio a la mujer, por completo pálida siendo examinada por Tom.
—¿Qué haremos si la señorita muere? —sollozó una de las cocineras—. ¿A dónde iremos?
—Cállate, la señorita Zoe no morirá— replicó otra mujer a su lado.
El esclavo estiró el cuello, tratando de ver hacia adentro de la habitación, pero con tantas personas rodeando la cama era imposible ver a Hanji.
En ese preciso instante, el esclavo decidió ir al taller, teniendo claro cuál era el motivo que mantenía en ese estado a la señorita Zoe.
Al llegar hasta ahí buscó entre el montón de cosas, hasta que dio con los últimos rastros de las muestras obtenidas y las llevó consigo. Tal vez esos hombres podrían ayudarla, si lograban determinar qué tipo de planta venenosa era.
El esclavo se abrió paso al regresar y las mujeres comenzaron a quejarse, lo que capturó la atención de los señores.
Zeke Jaeger dio algunos pasos y entornó la vista. Él no recordaba haber visto a ese hombre y luego de analizarlo de pies a cabeza, no cabía duda de que debía tratarse de alguien de la servidumbre.
—¿Quién eres? —preguntó Zeke.
El esclavo lo observó implacable con sus salvajes ojos y no pareció intimidado incluso con la notoria diferencia de altura, como de proporciones físicas.
—Es un hombre que... quiero decir, es un esclavo. La señorita Zoe lo trajo aquí hace unos días. Por lo que sirve a la familia— explicó el mayordomo.
—¿Por qué no respondes? ¿No puedes hablar?
En lugar de una respuesta verbal, el esclavo les enseñó lo que Hanji estuvo investigando antes de terminar en ese estado. Tom se acercó a él y tomó la muestra con sus manos. A pesar de caber dentro de la palma de su mano, desprendía aún un desconocido e intenso aroma. El hombre de ciencia, se acomodó mejor los lentes para examinar la muestra. Él jamás había visto a esa especie.
—¿Lo habías visto antes, Zeke? —preguntó Tom con calma.
Zeke recibió la muestra por parte de Tom y bastó un segundo, para afirmar que no tenía conocimiento de algo que se le asemejara.
—¿Podrías decirnos de dónde obtuvo Hanji esto? —Tom se dirigió al esclavo de manera más amable.
El esclavo gesticuló movimientos con sus manos y brazos, señalando hacia afuera en dirección a las montañas, pero ninguno era capaz de entenderle.
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Conseguí un nuevo esposo silencioso [Levihan / Historia completa]
FanfictionLas personas se alejan cuando la ven pasar y murmuran que si te enamoras de ella, morirás como todos quienes llegaron antes al altar. [Levihan AU R18]