15- Un viaje lo puede cambiar todo

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[En el pasado]




La verdad sobre sus reales orígenes, sólo era conocida por una reducida cantidad de personas, y para ello fue necesario establecerse en un nuevo lugar donde absolutamente nadie los conociera. No fue muy difícil para un hombre con títulos y dinero, sobornar a la iglesia para adulterar los registros de los nacimientos inscritos y registrar a una esclava con el nombre de Hanji Zoe. A cambio, el Conde Zoe debió abandonar su casa y su vida, con tal de proteger a esa niña. Embarcándose, quizás, en la aventura más peligrosa de su vida.

Así fue como ese hombre decidió abandonar las obligaciones relacionadas a su título y posición social, en una proeza que podría costarle la vida si llegaba a descubrirse su engaño. Pero de algo estaba seguro el señor Zoe, es que esa niña iba a vivir.

Como una persona libre.

Naturalmente al principio existieron inconvenientes, relacionados a la difícil capacidad de Hanji para adaptarse a ese nuevo mundo, que la recibió para mostrarle que aún existía una oportunidad. De los ocho a los once años, Hanji se mostró rebelde ante la existencia de normas. 

A los nueve la señora Kirstein escuchó sus primeras palabras que fueron "cállate vieja fea". Acto seguido sostuvo el mantel de la mesa con ambas manos y arrastró todo en dirección al suelo.

Con un poco de suerte Hanji a los doce aprendió a leer y escribir. Coincidió también que a sus doce años, a su vida llegara un muy joven Moblit Berner quién fue inicialmente su chaperón. Haciendo de su vida, un tormento.

A los trece, Hanji comenzó a tranquilizarse, aunque seguía manteniendo conductas agresivas atribuidas quizás a sus memorias de sus primeros años de vida. De ese modo, un día mientras el señor Zoe caminaba por el pueblo se detuvo frente a un establecimiento y tras pensarlo uno o dos segundos, se decidió a entrar.

Horas más tarde, grande fue la sorpresa de Hanji con su rostro lleno de hollín por haber estado jugando a las escondidas con Moblit dentro del ducto de la chimenea (en realidad sólo estaba escapando de su molesta supervisión), cuando su benefactor la llamó en voz alta para que se acercara.

Hanji y ese hombre, en pocas oportunidades cruzaron palabras. El señor Zoe realmente era un hombre de pocas palabras y bastante sumido en su propia tristeza, esforzándose día a día para levantarse de su cama y cumplir con sus obligaciones. Quienes lo conocían, podían intuir que ese hombre jamás volvería a sonreír después de la muerte de su esposa.

—Siéntate —solicitó aquel hombre ignorando la suciedad del hollín cubriéndola.

Por alguna razón, Hanji veía a ese hombre como una figura de autoridad y ella simplemente acató la orden con cierto temor. Tal vez temía que la expulsaran de esa casa por su mal comportamiento y entonces comenzó a sollozar en silencio.

El señor Zoe la observó de la misma forma que cuando la vio por primera vez y sacando un limpio pañuelo de su bolsillo, se acercó inclinándose ante Hanji para limpiar su rostro y sus manos.

—Supe que le dijiste vieja y fea, a la señora Kirstein —el hombre dibujó una sonrisa inusual en él.

Hanji seguía asustada, estando segura que regresaría a las calles para ser vendida otra vez.

Conseguí un nuevo esposo silencioso  [Levihan / Historia completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora