Después de algunos minutos, el desafortunado esclavo encontró el maldito urinal y concluyó su asunto entre pensamientos divididos. Si iba a recibir una paliza por meter su nariz donde no debía, al menos lo haría habiendo orinado antes.
Aún no se acostumbraba a esa casa y sus estúpidas habitaciones de todo uso. Ya era bastante molesto usar atuendos, tener horarios y anunciar su llegada golpeando puertas. A su juicio, la gente adinerada se complicaba la vida por nada. Aunque tenía que admitir que le gustaban algunas cosas de ese mundo amplio y desconocido para él.
Para fortuna suya, la señorita Hanji no lo buscó.
Es más, no la vio hasta la mañana siguiente.
***
La puerta de la biblioteca de la señorita Zoe se abrió con suma discreción, y Moblit Berner asegurándose de que nadie lo veía, entró al lugar.
El hombre caminó en puntillas procurando no hacer demasiado ruido, hasta que se detuvo frente a la estantería. Tomó una pequeña copa llenándola hasta arriba de brandy, posteriormente bebiéndolo todo de una vez.
El licor deslizándose por su garganta lo hizo temblar un segundo, pero pronto guardó la compostura. Con sumo cuidado regresó la botella a su sitio y estando listo para escapar, escuchó la puerta abrirse.
—Con que eras tú quién se bebía mi brandy a escondidas.
Hanji suspiró cansada incluso luego de haber dormido un par de horas.
—Me agradas más cuando eres silencioso. Ve a buscar al esclavo y tráelo a desayunar. Se nos hace tarde.
Moblit Berner recogió su dignidad, marchándose a cumplir la orden en el completo silencio.
—La copa, tráela limpia más tarde— le recordó Hanji.
El mayordomo sólo había dado unos pasos, cuando tuvo que dar la media vuelta, para llevarse la copa con él.
Hanji observó a Moblit marcharse con ojos cansados. Hasta hace unos días, la botella se encontraba llena y para entonces, solo quedaba unos dos dedos de altura.
—Tonto, creyó que no me daría cuenta— masculló Hanji, empinándose el sobrante de la botella antes de que alguien más lo hiciera por ella.
***
El mayordomo apareció por su habitación a primeras horas de la mañana y para sorpresa de Berner, el esclavo ya se encontraba en pie desde hace un rato.
—La señorita Zoe, lo espera para desayunar— informó el mayordomo.
El esclavo asintió, y tuvo intenciones de salir, pero algo en la mirada incómoda de ese hombre lo hizo dudar.
—No es correcto ir a la mesa junto a una dama, sin antes asearse. Permítame ayudarle.
Antes que Moblit le pusiera un dedo encima, el esclavo le torció el brazo hasta hacerlo llorar de dolor. Una cosa era provenir de la calle, otra por completo distinta era ser sucio. Naturalmente estaba familiarizado con el agua, por desgracia no siempre podía tener acceso a ella. En condiciones desfavorables, solía mantenerse atado. Pero ese, no era el caso.
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Conseguí un nuevo esposo silencioso [Levihan / Historia completa]
FanfictionLas personas se alejan cuando la ven pasar y murmuran que si te enamoras de ella, morirás como todos quienes llegaron antes al altar. [Levihan AU R18]