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CAPÍTULO 21: FRÍO Y CALOR.

15 AGOSTO, 2022MONTECARLO, MÓNACO9:30 PM

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15 AGOSTO, 2022
MONTECARLO, MÓNACO
9:30 PM

Las calles de Montecarlo se encontraban bajo una lluvia casi torrencial mientras Max manejaba hacia el departamento de Mavi.

Hacía pocos minutos que llegó al principado junto a Martin. Estaba realmente emocionado por finalmente reencontrarse con Mavi, porque siendo sincero, extrañó demasiado su presencia. Los nervios atravesaban su cuerpo y no pudo evitar el baile que sus dedos realizaron en el volante. Ansiaba tener esa esperada conversación para, con un poco de suerte, empezar a planear su futuro.

Sin embargo, una mala sensación pasó por su interior. El corazón le pinchaba profundo en el pecho, poniéndolo completamente incómodo. Desde aquella llamada a las ocho, no supo nada más de Mavi. Era consciente de que el encuentro con Sierra proponía una clara longitud, pero no pudo evitar el disgusto que crecía en su boca. Sacudió la cabeza para alejar esos pensamientos. Seguro exageraba, como siempre.

Reconociendo la avenida que albergaba su destino, despejó momentáneamente su mirada para enfocarse en su amigo. Garrix ocupaba el asiento del copiloto, con su cabeza pegada a la ventanilla y notoriamente somnoliento. Le golpeó suavemente el brazo para despertarlo, cosa que hizo saltar del susto al neerlandés.

—Levántate bello durmiente, que hemos llegado —avisó Max largando una carcajada, aunque solo recibió un gruñido por parte de Martin.

Verstappen hizo una maniobra suave y ágil para estacionar el vehículo entre dos autos, ubicándose cerca de la entrada del edificio. Apagó el motor rápidamente, sacando la llave de la cerradura. Acto seguido, agarró el celular que estaba disperso cerca de la guantera para después guiñarle el ojo a su amigo. Se bajó desinteresadamente del auto, esperando unos segundos hasta que Martin imitó su acción a regañadientes. Max colocó la alarma y subió a la vereda para enfrentarse al DJ.

—Cambia esa cara larga, ¿quieres? —dijo el piloto de Red Bull, un poco sorprendido por el malhumor que irradiaba su compañero—. Pensé que querías conocer a Mavi...

—Sí, la quiero conocer. Es solo que ahora mismo desearía estar durmiendo —se sinceró Martin, llevando una de sus manos a la cara para tratar de despertarse. Max asintió, ya que él también se encontraba cansado, y le mostró una mueca.

—No te preocupes, en un par de horas podrás dormir —bromeó Max, colocándose la capucha de su abrigo para evitar las gotas que caían furiosas del cielo.

Garrix se rio y decidió seguir los pasos de Max, el cual caminó hacia el edificio. El chico abrió la puerta del establecimiento y saludó brevemente al recepcionista, que lo reconoció al instante debido a sus visitas diarias a Mavi. Luego, apretó el botón del ascensor y mientras esperaba su llegada, revisó su celular. Todavía no había recibido un mensaje o llamada por parte de la bombero.

LA CHICA DE FUEGO | MAX VERSTAPPENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora