Capitulo 1

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Si hay algo que no tolero, es la impuntualidad, no es posible salvar vidas si no estás en el lugar y momento necesario.

Es por eso que no permito que ninguno de los estudiantes se presente ni un segundo tarde a mi clase.

Justo caminando hacia la puerta para cerrarla la vi, ¿y quién no podría hacerlo?

Con un cabello dorado como el mismo sol.

Y esos ojos, tan infinitos como el cielo y un azul tan intenso como el mar.

Sacudí la cabeza, no son pensamientos apropiados para que los tenga la profesora.

Venía corriendo, y para su suerte iba a llegar apenas unos segundos antes.

Y para la mía.

Apenas llegó y yo cerré la puerta. Me di el lujo de dedicarle una mirada más, estaba agachada y respirando fuerte.

Mala idea mirarla.

Puedo ver en su escote como sube y baja su pecho.

Inmediatamente miré al frente y lo más calmada que pude le dije que llegar apenas segundos antes no es a tiempo.

-Disculpe, profesora, ha sido una semana muy difícil.- fue su respuesta, luego de recuperar el aliento.

Tsk, no saben lo que es difícil, apenas es miércoles. Aunque realmente se le veía cansada.

Me encantaría verla descansando en mi ca....

-Hm, cuando se gradué dormirá menos,tendrá que pasar días enteros haciendo guardia, si no puede ser capaz de llegara tiempo puede irse saliendo de esta carrera.

Normalmente diría todo un sermón, algunos lo describirían como cruel, yo solo lo llamo realidad.

Pero aún seguía en mi mente la imagen de su cara agotada, su pecho respirando con dificultad.

Yo debería ser quien la deje agotada.

Sin volver a mirar hacia atrás seguí caminando para sentarme en mi escritorio. Discretamente cruce las piernas para calmar el ardor y la humedad. Respiré hondo y cambié el rumbo de mis pensamientos a la clase.

Ciertamente no ayuda ser la profesora de Anatomía y Fisiología.

NO DEBERÍAS (SUPERCORP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora