NO DEBERÍAS (SUPERCORP)

Capitulo 6

-¿Qué tipo de shampoo usa?

-.... - ¿Esa era su pregunta?

Definitivamente no hay manera en la que le diga que uso uno de liso perfecto y negro brillante, y que no puedo lavar mi cabello sin después usar acondicionador de hidratación profunda con aroma a menta.

- Hm, no recuerdo el nombre, no me fijo en eso. Pensé que sería una pregunta de medicina.

-Disculpe, en parte quiero saber si no le pasó algo internamente, pero de verdad lo dudo, así que no le haré más preguntas, relájese, se que no le gusta hablar de temas personales. Y además cada que paso mi mano por su cabello se siente muy suave y me llega el aroma de su shampoo, quisiera tener el cabello así.

Diciendo eso quita sus manos de mi cabeza, aunque me quedo unos segundos más agachada para que no note el sonrojo que me causó sus palabras.

- No parece tener una herida abierta, pero sí una pequeña inflamación, la pastilla debería ayudarle a eso también.

Subo mi cabeza y no puedo creer que estaba perdiendo la oportunidad de verla dedicándome una sonrisa.

Mueve mi silla para poder bajar de mi escritorio y se dirige a la ventana que tengo detrás de mí. Gracias a que se para frente al vidrio puedo ver su silueta enmarcada por la luz que entra del sol. Parpadeo un poco para acostumbrarme a la iluminación y me levanto para observarla.

- Me imagino que disfruta de la vista- me tenso ante sus palabras, no pensé que me atraparía viéndola desde atrás.

Volteo a los lados buscando lo que me delató.

- Eh... Yo... En realidad no estaba...- balbuceo tratando de justificarme.

-¡Desde aquí puedo ver las bancas donde me sentaba a hacer las tareas! - vaya, estaba hablando de esa vista..

En realidad sabía de sobra que ella se sentaba ahí, todos los días, las mismas horas, con las mismas amigas, a veces se sentaba con ella otra chica de su clase, algunas otras habían más personas, y ese tipo pelicastaño que siempre se sentaba a un lado de ella.

- No puedo creer que mis días de universitaria han llegado a su fin.

Sus palabras me calan.

Sus días de universidad han terminado.

No la volveréa ver por aquí.

No podré verla reírse con sus amigos desde mi ventana.

Se acabaron los días de verla de reojo durante la clase.

Me pregunto si debería darle mi número de teléfono para que me contacte con el pretexto de alguna duda. Sería la primera vez que le doy a un estudiante una forma de contactarme. Aunque ella no es cualquier estudiante.

-¡Mire! Es ahí - dice señalando con su dedo en el vidrio.

Me acerco aunque ya se en donde se encuentran esas bancas. Me quedo a un lado de ella siguiendo la dirección de su dedo, aunque sólo lo hago un segundo porque me resulta más interesante ver su cara, algunos mechones se han escapado de la liga que los detenía y han quedado enmarcando su rostro.

Me encanta el contraste de sus ojos y su cabello.

Veo que ríe un poco y voltea a verme.

- Profesora, ¿puedo hacer algo?

- Hm, adelante.

Y ahora, ¿Qué se le habrá ocurrido?

- Hay algo que quiero hacer desde que entré en esta oficina - dice mientras  acerca su brazo en dirección a mi hombro.