Capitulo 22

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Me desperté cuando sentí que la luz del sol ya se filtraba por la ventana. A mi lado la almohada estaba vacía a excepción de un par de hilos dorados. Mi humor matinal había incrementado.

Asumí que Kara estaría en el baño, no la quise interrumpir y me fui directo a la cocina.

Terminando de hacer el desayuno apareció Andrea con su cara de recién levantada y su pijama con su ridículo gorro de dormir.

- Buenos días, que bien huele aquí.

- Buenos días.

-Así que hoy no me contestas con un hmp, y hasta hiciste suficiente comida como para mí también. Alguien está de buenas. ¿Será por una rubia que estaba en tu cuarto?

- No te interesa - le contesto lanzándole la toalla con la que secaba los platos limpios. Un momento...- ¿cómo sabes que tiene el cabello rubio?

- La vi cuando iba saliendo de aquí en la madrugada, justo yo iba llegando, me tuve que ir, quién diría que eras tan ruidoso - dijo lanzándome de regreso la toalla. Así que se fue... El buen humor que tenía al despertar se había esfumado. La tela pegó de lleno en mi cara, haciendo que saliera de mis pensamientos. - Jajaja, ya no tienes los mismos reflejos, ¿o es que estabas pensado en todo el ruido que hiciste?

-Cállate, estoy seguro que nadie es más ruidoso que tú como en este momento.

Andrea se acercó tratando de pellizcar un panqueque. Le di un manotazo.

-Sirvete, y no estés metiendo las manos a la comida.

- Hey, no me golpees, aún me duele el pie, no creas que lo he olvidado. - dijo frotando su mano, y después su pie. Dramática. - y ni siquiera te pude contar lo que pasó ayer. Te perdonaré si me sirves.

Andrea terminó diciéndome acerca de una chica con la que salía, resultó ser la misma que había visto en aquel bar. La amiga de Kara.

- Espera, ella estudia en la universidad, la he visto.

- Lo sé, es a lo que iba, apenas ayer me lo dijo, en realidad no sé por qué no lo mencionó desde un principio...

- Entonces ella no podría salir contigo, supongo.

- ¿Por qué no?

-Porque eres el director

- Eso no es ningún impedimento, solo nos separa cuatro años de edad.

- Me refiero a que va contra las reglas.

- No existe ninguna regla que hable de las relaciones sentimentales, a nadie le incumbe los aspectos personales de cada quien. - ¿Acaso es esto una broma? Pase seis meses sin hablarle a kara por una estúpida regla que jamás existió.

- Pero el punto es que ella me lo ocultó, estuvo diciéndome que era alguien que en realidad no era. Y no se hasta que punto la conozco, no sé qué fue verdad de lo que me dijo. Y lo peor de todo es que, sigo atraída a ella. Soy un desastre.

-En eso último tienes total razón. - su mirada triste pasó a ser una de molestia.

- Esperaba que me dieras un consejo.

- A mí hablame de problemas cardíacos, en físico, no de problemas sentimentales del corazón. De verdad, no sé qué esperabas que te dijera, no tengo experiencia en ese tema.

- ¿Y qué me dices de kara?

- Precisamente por eso es que... Espera, yo no te dije su nombre.

-¿Y hasta cuando planeabas decírmelo? Ya la conocía, es la compañera de cuarto de Diana. Debo admitir que fue una sorpresa verla aquí. Como era de noche la llevé a su casa, al menos la hubieras llevado, ¿qué no ves que es peligroso que ande fuera en la madrugada? - dijo dándome un golpe en la cabeza.

Fue ahí que decidí contarle todo. Omitiendo algunos detalles explícitos, claro está.

- Tenías razón, no debí pedirte consejo a ti.

Yo solo le respondí con la mirada.

Mi teléfono sonó avisándome de un nuevo mensaje. Resultó ser publicidad, pero lo más interesante fue el mensaje que había mandado ayer:

"No tengo pila, no me esperess despierta, voy a por el punto 5;)".

Recordé que le había prestado mi teléfono a Kara, pero... ¿Qué carajo significa el punto cinco?.

NO DEBERÍAS (SUPERCORP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora