Capitulo 10

301 35 1
                                    

Ni en mis sueños más húmedos me imaginaba a una Kara tan atrevida, para mí siempre fue una chica dulce, a excepción de cuando la veía enfadarse con sus amigos... Entonces ahí sí cambiaba mi percepción. Y el contraste de ella en clase a cómo se está comportando me duele... Específicamente, entre mis piernas.

No iba a resistirme a seguir disfrutando de cómo mi mano rebota cuando le propino una nalgada, por lo que, así como ella lo pidió, continuo imitando lo que hice de un lado, aunque para la tercera ya estoy más ansiosa de seguir explorando más de ella.

Noto que el cielo ha cambiado, el sol está por ocultarse, por lo que mi oficina está tomando un tono naranja. Me quedo quieta con una mano en su trasero y la otra la coloco alrededor de su cintura.

Ella no ha dicho nada al respecto, pero por cómo le ha gustado el paisaje, supongo que le gustará ver el atardecer.

-Profesora, sé contar. Esas no fueron cinco.

-Tsk, ¿a caso no puedes dejar de hablar?Solo disfruta el momento. Y no me hablesde usted.

Me sorprende que no rechiste ante mi orden, pero no me quejo. En cambio, yo también disfruto el momento, solo que en lugar de enfocar mi vista en el paisaje, lo hago en el reflejo del vidrio, puedo distinguir los ojos de Kara perfectamente, su expresión es muy tranquila.

Luego por encima de su hombro me observo horrorizada.

¡¿Desde cuándo estoy así de despeinada?!

Muchos mechones están hacia arriba, lo que me recuerda a mi adolescencia pre-shampoo liso perfecto. Muy despistadamente, y muy a mi pesar, retiro mi mano de sus pantalones y la paso por mi cabello tratando de acomodarlo. Y es la sensaciónde mis dedos en cabello lo que merecuerda que Kara fue la que agarró mi cabello.

¡Y decidió dejarmelo así!

Esto no se va a quedar así... De una forma u otra me lo va a pagar. Afortunadamente no estoy escaso de ideas.

Mientras está distraída, muevo la mano de su cintura y la bajo hasta sus pantalones, trato de desabotonarlo pero su mano impide que siga.

¿Será que ya no quiere que siga?

Era muy bueno para ser real, y ¿en qué rayos estaba pensando? Esto puede terminar mal. Antes de todo es mi alumna...

Ella voltea a verme, haciendo que olvidé en todo lo que estaba pensando, ahora todo lo que existe en mi mente es ella y su mirada azul cielo  con sus pupilas dilatadas y sus párpados entre cerrados; sus labios rosados y que están siendo mordidos por ella misma.

- Profesora Lu...

- Tsk. Di mi nombre.

- Lena, ¿no está pasando algo por alto?

-... - No entiendo su pregunta y tampoco me es posible pensar, no cuando la mayoría de mi sangre está circulando en otro lugar.

-Acérquese, solo lo puedo decir en secreto. - curiosa, me acerco a ella, volteando un poco para exponer mi oreja.

Pero solo escucho un murmullo salir de su boca. Me acerco un poco más tratando de comprender qué es lo que quiere decirme. Trato de agudizar mi oído y siento que sus dedos tocan mi hombro en señal de llamar la atención, por lo que simplemente volteo.

Todavía no logro reaccionar cuando sus labios ya están sobre los míos, y es una sensación de calidez inimaginable.

Sus labios saben a hogar. Al lugar donde pertenezco, a los frutos de lo prohibido.

Lo molesta que me sentía pasa a segundo plano mientras profundizo el beso.

Pero ella lo corta dejándome con ganas demás.

-No besa tan mal, profesora.

NO DEBERÍAS (SUPERCORP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora