En mi eternidad

25- La ira del demonio

Rin se había quedado extrañada ante aquellas palabras del demonio ¿A qué aroma se refería al caso él…? Miró de nuevo a Ame quién bajó la mirada y de nuevo miró al demonio que tenía frente a ella.

Ya no estaba aquella mirada cálida que siempre él le daba, aquellos ojos hermosos habían sido sustituidos por orbes gélidos y llenos de confusión y desprecio y entonces ella lo entendió.

Sesshomaru dio un paso para acercarse a ella, pero instintivamente Rin retrocedió hasta pegarse a Ame quién la sostenía firmemente.

-¿Maldita aroma? ¿Por qué dices eso?- dijo Rin.

El demonio se había quedado en su lugar y la observaba, no había duda llevaba un hanyo en el vientre, se suponía que eso no debía de suceder, no aún.

-Rin…

-¡Aléjate!- gritó- Esto es…

-No es correcto Rin.

-¡¿Qué no es correcto según tú?! ¿He? ¡Dime!

-No es correcto que lleves a un híbrido en tu vientre- dijo con toda la calma del mundo- pero Rin…

-¡¿Y según tú por qué no es correcto?!

-Estás muy alterada- definitivamente el demonio no había hecho la elección correcta de palabras.

-¡¿Dime por qué no es correcto?! – volvió a gritar la joven.

Sesshomaru se había enfurecido ante aquella exigencia de Rin, si bien él estaba asimilando la idea de que algún día podría llegar a tener un híbrido cómo hijo, aún tenía dificultades para aceptar la realidad y no porque él no quisiera, era algo que estaba trabajando poco a poco, pero seguía diciendo cosas que no debía porque no sabía como explicar aquella situación.

-¡Porque los híbridos sólo vienen a sufrir y joder la existencia, por eso, por eso no es correcto!- cerró los ojos y suspiro- Rin escúchame, yo…

-Es verdad- dijo la joven con lágrimas en sus mejillas y esas palabras eran las que más le dolían- es verdad lo que todos me dijeron sobre ti y de tus ideales.

-No tienes idea de cuales son mis ideales- contestó muy enojado- no es momento de hablar, es momento de actuar.

El demonio trató de acercarse a la joven pero de la oscuridad se escuchó una voz muy familiar para él, la maldita voz de su padre.

-¿Qué es lo que pretendes hacer Sesshomaru?

-Lárgate de aquí Toga.

-¿Qué me largue? No lo haré, es evidente lo que tratas de hacer.

-No tienes ni una maldita idea Toga ¡Aléjate de aquí!

El demonio blanco trató de dar un paso hacia Rin, pero Toga inmediatamente golpeó a su hijo lanzándolo varios metros.

Rin se había asustado, a pesar de las hirientes palabras lo quería, pero para ella era evidente que él había tomado una decisión y no quería tener a su hijo y eso para la joven era algo que no debía de ser opción.

El viejo demonio se volteó hacia ella y le sonrió.

-Sé que esta no es la manera correcta de conocernos, pero lamentablemente así son las cosas. Se que estás consternada, esto pasará sólo que él necesita tiempo porque aún no comprende lo que es amarte de la manera que lo hace, no es justificación, pero por el momento será mejor que te ocultes- el demonio volteó sobre su hombro y vio a su hijo que estaba furioso avanzando hacia él.

Toga volvió para atacarlo. A los pocos segundos llegaba Inu No Kimi que vio enfadada la situación, se volteó para mirar a una Rin que estaba devastada.