CAPÍTULO XX (parte 1)

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La madera de las escaleras rechinó bajo sus pies mientras subía las escaleras con cautela. Sostuvo sus pertenencias con cuidado de no dejar caer ninguna de ellas al suelo, su ropa incluida. Al llegar al descansillo del segundo piso su corazón comenzó a palpitar notablemente más rápido. Se adentró en el pasillo con los nervios a flor de piel, sintiendo en su interior que lo mejor sería darse la vuelta y volver a su refugio de la noche anterior, pero sabía que tendría que enfrentarse a esto más pronto que tarde y dejar de refugiarse en una fantasía que era consciente de que era mentira, no era su mejor opción en ese momento si deseaba salir de ese bucle vicioso. Así que tomando todo el valor que no tenía se adentró al pasillo y caminó con paso firme entre aquellas paredes repletas de humedades.

Estuvo frente a la puerta de su cuarto unos dos largos minutos hasta que tomó el valor de entrar. Con manos temblorosas tomó el pomo de la puerta. Fueron la oscuridad y el silencio quienes lo recibieron al entrar.

Soltó el aire que tenía retenido cuando vislumbró la silueta del Taehyung sobre la cama completamente dormido. Se movió con cautela hasta el escritorio, donde colocó su chaqueta, ropa y pertenencias. Giró sobre sí mismo y rezó porque Taehyung no se despertara y pudiera llegar a la habitación de Joy pasando desapercibido, pero la suerte le fue en contra y el suelo de madera bajo él rechinó sonoramente y la luz tomó acto de presencia en la habitación. Jimin mordió sus labios, apretando la camiseta que Yoongi le había prestado mientras se giraba para encarar lo que se le vendría encima.

— ¿Jimin...? — Taehyung se asomó entre las sábanas de la litera de abajo con los ojos hinchados y cara somnolienta.

— Soy yo.

— Te estuve esperando anoche.

— Ya, lo siento, necesitaba pensar.

Taehyung se sentó en el borde de la cama, talló sus ojos y lo observó por largos segundos bajo la incomodidad de un nervioso Jimin.

— ¿Por qué llevas esa ropa? ¿De quién es la camisa?

— Me la han prestado.

— ¿Quién?

— No tiene importancia.

Taehyung permaneció en silencio unos segundos, observando cada detalle de su cuerpo y las marcas recientes en su cuello y muslos.

— Acércate.

Jimin obedeció. Tan pronto como Jimin se acercó las manos de Taehyung se acercaron a tomar sus muslos desnudos.

— ¿Dónde estabas?

— En casa de un amigo.

— ¿Quién te ha traído?

— También mi amigo.

— ¿Ese amigo es que gilipollas que me encontré en el bar?

Jimin suspiró.

— No hables así de él, no es gilipollas.

— Te estoy preguntando si es él, no te estoy preguntando si es gilipollas o no.

— Sí, es él.

Taehyung permaneció callado unos segundos repasando una y otra vez las marcas de su cuerpo. Jimin tembló ligeramente cuando las manos frías de Taehyung se colaron por su camiseta hasta situar sus manos sobre el elástico de la ropa interior, en su cintura.

— ¿Y piensas que voy a hablar bien del subnormal que me quiere robar el novio?

Jimin necesitó unos segundos de silencio para procesar lo que acababa de escuchar.

— ¿Perdón?

— ¿Qué pasa?

— ¿Acabas de decir que soy tu novio?

PAYASO 《YOONMIN》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora