Capítulo 28

156 7 10
                                    

Tomás

Mil veces hijo de puta

Toma todo de mí centrarme en que ella necesita que le transmita calma porque solo puedo pensar en las mil maneras de torturar y liquidar a ese miserable

No está llorando, solo mira a un punto fijo del parabrisas como si la hubieran drenado por completo. De no ser porque sigue temblando, pensaría que ni siquiera está respirando

No lo pienso dos veces y me estiro para tomar su mano, no obtengo ninguna reacción de su parte. Está completamente ida

Cuando llegamos es la misma historia, la conduzco hasta las bancas de la cocina para rebuscar algo que le sirva en el refrigerador. Me acerco y pongo lo más delicadamente posible la bolsa sobre su mejilla, da un respingo, delatando que tampoco se había dado cuenta de que me acerqué

— Te partió el labio— toco alrededor de la herida para poder verla mejor — ¿Te hizo algo más? — trato de parecer lo más calmado posible, aún cuando estoy hirviendo de rabia. Otra vez, no reacciona — Ey, mírame, vuelve conmigo— la sacudo un poco hasta que me mira — Eso es, tu mente aquí ¿Te golpeó en algún otro lado? — niega — Bien, sostén esto— me alejo y sus ojos alarmados saltan sobre mí — Estoy aquí ¿Si? Tranquila, voy a prepararte algo que ayudará

— ¿Puedo tomar un baño? — casi susurra, me cuesta entenderle

— Claro, hay toallas limpias en el mueble. Avísame si necesitas algo— desaparece en el pasillo al tiempo que pongo a hervir el agua para el té y, en medio de todo, sonrío ante el recuerdo de una pequeña versión de Luna preparándolo para mí cuando no podía dormir o estaba muy nervioso

Lo sirvo y dejo sobre la mesa, esperando a que vuelva, no tarda en salir envuelta en una toalla y con su ropa en la mano

— ¿Tienes algún cargador que pueda usar? — tengo que darme una cachetada mental para reaccionar a sus palabras. Me gustaría decir que estaba centrado en su cuerpo siendo cubierto solo por esa condenada toalla

Pero no, toda mi atención la tenían las marcas que el hijo de perra le dejó en el cuello de lo fuerte que la sujetó

— En la gaveta de mi mesa de noche— asiente y va por él

— Tomás— me acerco rápidamente quedando congelado cuando se gira y me mira como si me desconociera, peor cuando veo lo que tiene en la mano — ¿Qué es esto? ¿A esto te dedicaste en Seattle, a volver a joderte la vida?

— Yo... No es nada

— ¿Que no es nada? ¡Me dijiste que nunca volverías a recurrir a esto para olvidarte de tus problemas!

Siento como si viera a través de mí. Y. No. Me. Gusta

— No es lo que intento, solo es algo que hago de vez en cuando para relajarme. No es importante

— ¿No es importante? — con esa cara cualquiera pensaría que su siguiente paso es saltar y morder mi yugular — Dios, eres...

Me anticipo al juicio — ¿Una decepción? Dime algo que no sepa

Algo en su expresión cambia, se suaviza — No eres ninguna decepción para mí, nunca lo has sido. Pero sí eres un egoísta de mierda ¿Has pensado en tus hermanas cuando te metes esta porquería? ¿En tus amigos? ¿En la gente a la que le importas?

Las palabras salen sin filtro — En los últimos meses solo he podido pensar en ti— sus labios forman una pequeña "o"

— No es necesario que mientas para distraerme

Bufo

— No es culpa mía que estés en negación

Entrecierra los ojos y me señala — No me cambies el tema ¿Es que no recuerdas lo mal que la pasaste la última vez?

— Es difícil olvidarlo

¿Por qué se lo conté?

— ¡¿Entonces por qué carajos volviste a drogarte?!

— Relájate ¿Si? No soy un adicto, puedo dejarla cuando quiera

— ¿Ah si? Házlo entonces, yo me encargo de deshacerme de ella

Arqueo una ceja

— ¿Ahora vas a darme órdenes? Creí que no te importaba

— ¡Pues lo haces! — su grito me hace saltar en mi lugar — ¡Lo haces aunque no te lo merezcas!

El silencio que se instaura es más allá de tenso, hasta que se me ocurre hablar otra vez

— Pues estamos a mano entonces

— ¿Qué? — su mueca de confusión me hace sonreír con ironía

— No he hecho más que preocuparme por ti desde que regresé y siempre me mandas a la mierda

— Oh, lo siento por no saltar a tus brazos y besarte luego de que me abandonaras. Fue mi error— suelta furiosa

¿Qué hago entonces? Me río inevitablemente y me mira como si me hubiera salido otra cabeza

— Lo siento, es que hoy hemos pasado por todos los estados de ánimo existentes en unas horas y estoy algo abrumado ¿Podemos dejar el siguiente round de nuestra eterna pelea para después? Te preparé un té especial, tómalo como mi bandera blanca

— Bien, pero ni creas que la conversación muere aquí. Esto me lo llevo yo— la guarda en su bolsillo

— Oye, no es barata

Y de nuevo, esa mirada que podría helar el infierno. Levanto las manos en señal de rendición y la sigo de regreso al comedor, observándola dar el primer sorbo

— ¿Este té es una especie de secreto ancestral?

— ¿Te gustó?

— Está muy rico. Gracias

— Luna me enseñó a prepararlo

— Tienes que pasarme la receta

— También está la opción de venir a tomarlo aquí cuando tengas ganas

Sonríe y, vaya, siento que gané la lotería

— Gracias por... Bueno, por todo

— ¿Quiénes eran esas personas Jules? — la pizca de desconfianza que veo me duele — Nunca traicionaría te traicionaría

— Lo hiciste una vez ¿Lo olvidas? Le dijiste a Mateo sobre Rupert

— Eso fue diferente— me defiendo — Tu bienestar y seguridad estaban en juego. Pero nunca divulgaría lo que me cuentes como otras personas

— Lo sé... Puedes ser el mayor idiota que conozco, pero no eres un traidor

— Vaya, gracias

Espero pacientemente a que decida que es el momento de hablar

— Son mis padres— suelta entonces — O bueno, son los que decidieron tenerme, me usaron y luego abandonaron

Sorprendido se queda corto

— ¿Qué tendrían que hacer en Pridgeton? ¿Sabrán que estudias ahí?

— No lo sé, pero Rupert parecía desesperado

Así que por eso se atrevió a atacarla

— Esto no me da buena espina

— Tengo que descubrir por qué están aquí

— No creo que sea buena idea— me sincero — No deben estar en nada bueno si tienen que ver con ese tipo

— Con mayor razón debo saberlo

Dejo salir todo el aire contenido

— Ya que sé que no puedo convencerte de no hacerlo, al menos déjame ayudarte

***************************************

Admito que me encanta que bajen la guardia y se demuestren cuanto se aman

¿Qué hacen esas personas de regreso a Miami y qué les espera a este par?

Hace mucho que no sabemos nada de Amy Serrano ¿No?

Hasta la próxima❤️








Diario de un recuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora