Capítulo 1

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Juliet

Es como si nunca hubiesen existido, de no ser porque mi mente traicionera se encarga de evocar cada recuerdo que tengo con ellos, hasta me lo creería.

Han pasado tres meses desde que Tomás se marchó sin mirar atrás, desde que se fue llévandose consigo una parte de mí al igual que la abuela

Me enseñaron tanto, me acostumbré tanto a tenerlos en mi vida que ahora que no están no tengo idea de cómo vivirla, de cómo continuar y mucho menos de cómo hacer para olvidarlo a él

Y la respuesta es una obviedad, una parte de mí, la ilusa que lo ama como a nadie no quiere olvidarlo. La otra, la racional, no le perdona el haberme abandonado

¿Él me habrá olvidado?

¿Volveré a verlo algún día?

¿Seré capaz de amar a alguien más?

— Hermanita, es hora de despertar. Es un día perfecto para salir y disfrutar del sol

— No quiero, ya déjame— siento que intenta quitarme las cobijas que me cubren y, como es más fuerte que yo, no tarda en lograr su cometido

Lo mataré

— ¿Por qué no salimos? Hay que aprovechar los días que nos quedan de vacaciones

— ¿Qué tienes en mente? — no está entre mis planes aceptar, pero si me niego de buenas a primeras va a fastidiarme por el resto del día

— ¿Por qué no vienes a la playa con nosotros?

— ¿Quieres que vaya con Ellie y contigo para ver como se comen con la mirada? Paso, no quiero sentirme más miserable

— Juliet...

Justo cuando voy a declinar su oferta nuevamente el timbre suena y me arrastra con él hasta la cocina. Va a abrir la puerta y yo comienzo a preparar café. Lucas llega a saludarme y froto sus orejas mientras lame mis piernas

— ¿Quién es?

— Los refuerzos— entra con Jules, Eric, Liam, Danielle, Ellie y Matías

— ¿Lista para la playa? — se acerca Jules con una pequeña sonrisa

Lanzo un sonoro suspiro. Tampoco la ha pasado nada bien estos días, la ruptura con Peter ha sido dolorosa

Ambas tenemos el corazón roto

— ¿Tengo opción?

— No— contestan al unísono

— Vas a disfrutar aunque debamos obligarte— me advierte Ellie y aprieto mis labios

¿Por qué no me dejan sufrir en paz?

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Las chicas y yo estamos en mi cuarto, me están ayudando a preparar mi maleta aunque les dije que podía hacerlo sola, sé que lo hacen para asegurarse de que no salga por la ventana o algo por el estilo

Lo cual no es para nada descabellado, no me apetece estar con otros seres humanos hoy. Aunque se trate de ellos

— Definitivamente tienes que llevar esto— Dani saca del cajón un conjunto rojo de lencería

Me lo regaló mi abuela, una sonrisa triste se dibuja en mi rostro ante el recuerdo, pero intento que no se note

— ¿Por qué? Es una salida de amigos, no una escapada de amantes

— Va a estar Liam— canturrea Elisa

— Oh no, no hagan eso... No pinten un cuadro romántico donde no lo hay

Diario de un recuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora