Capítulo 19: Parte 1

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Juliet

Es que no puedo creerlo

¡Esos dos merecen una patada en las bolas!

— Necesito un trago— estaba tan absorta en mis pensamientos que por poco olvido que Laurent camina a mi lado — Y creo que tú también, yo invito. Si quieres claro

¿Mala o pésima idea?

— Al diablo, vamos... Conozco un lugar en el que no hacen preguntas

Nadie habla durante el trayecto, y es hasta que llegamos y tomamos asiento que nos miramos

— La última vez que estuve aquí las cosas no salieron nada bien

— Déjame adivinar, fue cuando encontraste a Mateo ebrio luego de que te vio besándote con Tomás— mi boca se abre dejando en evidencia mi sorpresa — Me lo contó todo, apuesto a que fue interesante

— Yo no lo describiría así— somos interrumpidas cuando alguien llega a atendernos, pedimos una tanda de chupitos — ¿Tú crees que lo haya hecho por venganza? Lo lastimé mucho

— Aunque la idea alguna vez se cruzara por su mente nunca lo haría, te ama demasiado— con sus últimas palabras adquiere seriedad

Incómodo

— Mateo y yo... Pasamos por mucho, siempre voy a quererlo y siempre me voy a arrepentir de haberlo dañado como lo hice. Pero ahora que está contigo, es un nuevo comienzo para él y es feliz, lo veo en sus ojos... No tienes de qué preocuparte

— No lo entiendes. Para ti él es pasado en ese sentido... Él aún siente cosas por ti, me usa para olvidarte y lo he permitido porque es lo único que tengo, estar con él es lo único que hace que me sienta con vida

— ¿Se lo has dicho?

— No, no quiero presionarlo y mucho menos retenerlo. Soy un desastre, no sería justo que lo arrastre conmigo

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— ¡Otra ronda! — pide alzando las manos con insistencia

— ¿No crees que ha sido suficiente ya? Quiero poder salir caminando

— Oh vamos, a eso vinimos ¿No? Además no estamos lo suficientemente borrachas, podemos resistir una más

Yo sí, pero dudo mucho que ella pueda con lo rápido que está bebiendo

— No puedo emborracharme, mis papás me matarían

— Lo entiendo, tú tienes una casa a la cual llegar con gente que te espera. Si estuviera en tu lugar también me controlaría, pero como soy Laurent Harrison y si quiero puedo... ¡Salud! — se toma el chupito sin respirar y toma el siguiente. Yo la imito saboreando la mezcla de acidez y amargura

— Si no estás en casa de tus padres ¿Dónde te estás quedando?

— No hablemos de eso, hoy solo quiero felicidad... Solo una noche sin problemas ¿Si? Olvidemos por un momento que fuimos enemigas y que estamos en periodo de prueba, que el bastardo que nos lastimó volvió y que la vida es una mierda

— Una noche sin problemas— brindamos

— ¿Sabes una cosa? De todos los escenarios que rondaban en mi cabeza el que nunca se me ocurrió al volver a ver a Tomás fue encontrarlos juntos en esa especie de luna de miel

— Sí bueno, la única sorprendida no fuiste tú, créeme ¿Cómo supiste dónde encontrarlo?

— En mi mente tenía la idea de un ridículo reencuentro al estilo Disney, y como quería que fuera sorpresa llamé a Eric para que me ayudara apenas supe que podría regresar. Me dio la dirección del departamento en donde estaba viviendo

Diario de un recuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora