Diario de un recuerdo

Capítulo 4

Juliet

Nos quedamos en la playa hasta rato después de que el sol desaparece por completo y comienza a estar lo suficientemente fresco como para sentir frío

Los chicos ríen, se empujan y se molestan entre ellos, no sé cuántas guerras de agua tuvimos a lo largo de la tarde, pero son suficientes como para que mi cabello esté tieso por la sal y tenga arena por todas partes

Necesito una ducha

Me adelanto a la casa y sin querer termino en medio de una fuerte discusión de mi hermano y Elisa, se callan apenas se percatan de mi presencia

— Perdón, no quise interrumpir

— Está bien, yo ya me iba— Ellie no me mira y desaparece en las escaleras mientras Gabe la observa todo el camino que recorre y exhala sonoramente

— Sea lo que sea, espero que lo puedan resolver— palmeo su hombro

Me dirijo a la cocina por un vaso de agua porque las punzadas previas a un ataque de migraña me arruinan el humor

Llevaba días sin sentirme así de bien, era demasiado bueno para ser verdad

— ¿Todo bien? — se asoma Eric

— Me duele un poco la cabeza

— Mientras ustedes jugaban a estar en teen beach movie fui a la ciudad y traje algo de comida, la despensa estaba casi vacía— me siento en el primer taburete que veo — ¿No vas a comer?

— No tengo hambre

— No has comido nada desde el desayuno

Me encojo de hombros intentando quitarle importancia

— Comeré más tarde

— ¿Cómo te sientes? ¿Nuestro plan rindió frutos?

— No era necesario inventarse un viaje de último momento para que yo dejara de ahogarme en mi miseria, pero gracias

— No solo fue por ti, Jules también está mal. Esto nos viene bien a todos, algo me dice que nos enfrentaremos a un año pesado

— Puedes apostarlo E

— ¿Cómo te sientes con el regreso de Mateo?

Chasqueo la lengua y me mira curioso

— Es raro hablar de esto contigo

— Seguimos siendo amigos ¿No? Eso nunca cambiará

— En eso tienes razón— me detengo a pensar en lo que diré a continuación — Me emociona mucho que esté aquí, pero no es como antes. No siento que se me va a quemar el corazón por tantos latidos acelerados, ni que su cercanía termina con mi cordura... Supongo que es tarde para querer que todo sea como antes

— Comprendo ¿Lo sabe? Estaba muy enamorado, no creo que unos cuantos meses hayan bastado para superarte

— Ni cincuenta años serían suficientes

Ambos volteamos y sonrío algo tensa, sigue siendo difícil tocar el tema porque podría reabrir heridas que pensábamos que estaban cicatrizadas

— Creo que esa es mi señal para volar— se esfuma

Ahora es Mateo quien toma asiento a mi lado

— Sé que tienes miedo de lastimarme, pero estoy bien

— No me cansaré de pedirte perdón jamás Mate, yo... No te merezco, nunca lo hice

— Oye, no digas eso, no soy ningún santo ni tienes por qué tenerme en un pedestal. También te lastimé... Aunque fuera sin intención

— Fui yo la que lo jodió todo, no tienes por qué compadecerme

— Debiste haber sido honesta conmigo desde el principio para evitarnos dolor innecesario, pero no puedo culparte por seguir a tu corazón

Niego con mi cabeza, algunas lágrimas comienzan a picar en mis ojos

— Definitivamente eres de otro mundo— me lanzo a abrazarlo con fuerza — Y si Laurent o cualquier otra te lastima le arrancaré la cabeza

Se carcajea

— Debe estar por llegar

— ¿No les dirás a los demás?

— Que sea una sorpresa mejor

Justo entonces entran, Matías carga a mi mejor amiga en su hombro y ella se sacude con violencia, disfruta atormentándola como siempre

Hacemos algo rápido para cenar entre todos y tomamos cerveza al tiempo que compartimos anécdotas de nuestra infancia. Así de fácil me transporto al recuerdo de mi abuela, uno de mis favoritos... Cuando aún vivía en la ciudad, nos quedábamos a dormir en su casa y jugábamos a la granja. Cualquier objeto inanimado se convertía en gallina, vaca, cerdo, perro... La abuela nos seguía la corriente y entrábamos en personaje transformando trapos en vestuario. Siempre se las arreglaba para que todo luciera lo más real posible

— Jules— Liam me mira expectante — Te preguntaba si quieres otra cerveza

— Sí, por favor— la abre para mí y me la pasa

— Me gustaría que platiquemos un poco cuando puedas

— Claro

Él no ha mencionado el hecho de que intenté besarlo esa noche y yo menos, pero algo me dice que no dejará pasar el tema por siempre. Los chicos dicen que le gusto, pero nunca me ha dicho nada y no quiero interpretar señales incorrectamente

Además, no estoy lista para estar con nadie

Todo el mundo empieza a dispersarse. Algunos suben a bañarse, otros comienzan a ver la televisión y otros siguen bebiendo como si no hubiera mañana

Liam y yo salimos a caminar por la playa

— Creo saber de qué quieres hablar y lo primero que tengo para decir es que lamento mucho haber actuado de esa forma... Había bebido mucho y...

Pone sus dedos sobre mis labios interrumpiendo y frunzo el ceño

— Tendremos esa conversación cuando estés lista. Sé que no nos conocemos demasiado, que estás pasando por un mal momento. Solo quería decirte que cuentas conmigo, para lo que sea... Me tienes también. Tus amigos son increíbles y si estoy aquí es gracias a ti, puedes considerarme uno más de los que darían todo por ti

— Significa mucho para mí

— Espero poder ser de ayuda, sé que no la has pasado bien últimamente

Emana sinceridad y asiento algo cohibida. Los chicos empiezan a llamarnos para que volvamos

No entiendo el alboroto

— ¿Cómo es que te enteras de que sale con alguien y no nos dices? El chisme hace que este grupo pueda mantenerse unido— espeta Eric

— Admito que extrañaba lidiar con un drama que no fuera el mío— escucho el susurro de mi hermano

Elisa lo asesina con la mirada

Ups

Voy a hablar cuando mi teléfono suena, es un número desconocido

— ¿Hola? — Solo hay silencio del otro lado — Hola ¿Quién habla?

La otra persona cuelga y arqueo una ceja. El bullicio y las exclamaciones de mis amigos aumentan, entonces giro para encontrar el motivo

Laurent Harrison parada justo en el umbral de la puerta luego de que Mateo le abriera. Solo me mira a mí,  solo la miro a ella

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Las cosas van poniéndose emocionantes 😏