Too Close {HinaKage Omegaverse}

Two.

Kageyama esperaba con emoción todos los días, esperando poder ver al Alfa que lo consideraba lindo pese a llevarle más de veinte centímetros de estatura. Cada día se imaginaba a Hinata llamándolo 'Tobi', como a Hinata le gustaba llamarlo.

-Oye, Yams...- El azabache llamó el nombre de su mejor amigo, que adelantaba una tarea en su descanso.
-¿Qué?- Dijo sin despegar la vista de su cuaderno.
-Tú... Tú conoces a Hinata, ¿Verdad? Hinata Shoyo...- Dijo jugando con sus dedos.
-Sip... ¿Por qué?- Preguntó de nuevo sin despegar la vista de su cuaderno.
-B-bueno... ¿Sabes qué cosas le gustan?- Dijo nervioso.
-Los Alfas. Así que no te empieces s ilusionar.- Esta vez levantó la cabeza.

-Oye, no me estoy ilusionando.-
-Ay ajá. Kageyama, Hinata parece un buen chico, pero no lo es. Ni creas que porque te llamó lindo una vez ya va a ser tu futuro esposo.- El azabache frunció el ceño.
-Yo no creo eso... Y Hinata es realmente lindo y amable...- El azabache susurró para sí mismo. Yamaguchi solo suspiró.

Hinata fue a buscar a Tobio, acompañado de Tsukishima que había ido a buscar a Yamaguchi. El pecoso se fue sin prestar mucha atención a nada, pues si estaba en compañía del chico que le gustaba todo era muy irrelevante para él.

-Tobi, ¿Me puedes ayudar con algo? Necesito que me expliques unas tareas.- El pelirrojo le pidió. El Omega sonrió mientras sentía sus mejillas ruborizarse.
-Claro... ¿Puedo preguntar en qué necesitas ayuda?-
-En todo.-
-¿Cómo?-
-Reprobé el semestre.-

El azabache jamás había estado en la casa de un Alfa. En su familia era el único no Beta, así que llegar a la casa Hinata,  donde el aroma a Alfa Dominante predominaba, era algo nuevo. Era un aroma fuerte, pero dulce.

Le gustaba.

-Adelante, Tobi.- El Alfa se quitó sus zapatos y se adentró a su residencia, el Omega hizo lo mismo.
-Puedes sentarte cómodo, te traeré algo de té.- El Omega asintió, avergonzado. Se dispuso a sacar sus cuadernos y empezar a preparar todo para ayudar a Hinata. Pasó la vista por todos lados. La casa era muy tradicional, un espacio limpio y reducido. Habían un par de fotos de su familia, donde se destacaban sus cabelleras pelirrojas, a excepción de su padre, que era castaño.
-Toma.- Cantó el Alfa.
-Gracias.- Recibió el vaso.

El pelirrojo sacó sus propios apuntes y Kageyama se dió cuenta porque no iban en la misma clase, pese a que él tampoco era tan inteligente.

Hinata Shoyo no tenía nada. Estaban vacíos todos sus cuadernos, excepto por uno que otro dibujito mal hecho.

-... No es por ofenderte, pero, ¿Cómo llegaste a la preparatoria?- Dijo el azabache, Hinata se abstuvo a levantar los hombros sin saber el motivo.

Pasaron varias horas leyendo y releyendo, Hinata escribía y reescribía las correcciones que el menos hacía.
-¡Mhm! Creo que ya nos merecemos un descanso.- Dijo estirándose, llevaban cerca de cinco horas tratando de estudiar, el azabache accedió.
-¿Quieres comer algo?- El Alfa se levantó de la mesa y nuevamente se dirigió a la cocina, Tobio caminó detrás de él.
-Claro.- El azabache se quedó mirando fijamente como, pese a tener esta apariencia inocente, infantil y torpe, el Alfa era bastante bueno cocinando.

-Gracias por ayudarme, Tobi.- Le dijo con naturalidad al Omega, quien solo agachó la cabeza tratando de esconder su sonrojo.
-N-no me llames así...-
-Bueno, Tobi.- Le sonrió.