Too Close {HinaKage Omegaverse}

Twenty-Three.

Hinata se hacía el fuerte. Como si nada hubiera pasado. Ahí, parado en el hospital mientras le daba consuelo a Atsumu. Su hermano estaba en una cirugía superficial, la infección en su hueso ya estaba bastante tratada y solo era la cirugía para deshacerse de cualquier agente maligno dentro del mismo.

No era momento de abrumar a Miya con su ruptura con Kageyama.

-Estás raro, Sho... No tienes por qué quedarte conmigo...- Le dijo nervioso el rubio, Hinata negó.
-Me voy a quedar, Tsumu.- Le sonrió. El mayor sonrió, antes abrir sus brazos e invitar al menor a abrazarlo.
Hinata cedió y abrazó al rubio.

Kageyama estaba hecho bola abajo de sus cobijas. Llevaba dos días sin ir a sus prácticas y uno sin ir a la escuela.

A veces no podía levantarse de la cama. A veces no podía abrir los ojos, pues le dolían de tanto llorar.

-Tobio, levántate. Son las cuatro y media.- Le dijo Miwa. El menor negó mientras se tragaba los mocos ruidosamente. Su hermana suspiró.

-Sé que te sientes mal por lo de Hinata, pero no puedes quedarte ahí, hechandote a perder en tu cama.- Le dijo sentándose a su lado.
-Sí puedo, y eso haré.- Le dijo acurrucándose más.
-Bien, haz eso hoy. Pero mañana ya no puedes hacerlo.- Le dijo antes de levantarse y salir del cuarto de Tobio.

El Omega sacó la cabeza de las cobijas. Giró su cabeza para ver el llavero de conejo justo al lado de él, en su mesita de noche.
Lo tomó entre sus manos y pasó sus dedos por sus orejas. Jugó con el moño que llevaba, y luego pasó sus manos sobre sus manitas.

Inevitablemente, unas lágrimas se le escaparon.

-¿Te vas a llevar a Samu así a Hyōgo?- Dijo el pelirrojo cuando vió los planes de los Miya de llevarse a Osamu en silla de ruedas a ver a su familia.
-Mm... Yo no quiero, mis papás. Ya sabes, cosas de señores viejito y ceniles.- Dijo en voz alta, antes de que su madre le gritase un alto y claro "¡Hey!" respecto a lo que dijo. Ambos Alfa rieron de la situación.

-¿Este año te quedas, no?- Le dijo el más alto, Shoyo suspiró.
-No... No, este año también voy.- Le dijo con una sonrisa melancólica.
-Mm... ¿No dijiste que... Te quedabas por el cumpleaños de Kageyama?- Preguntó. El menor suspiró.
-Bueno... No sé de alguien que quiera tener a su ex en su fiesta de cumpleaños.- Le sonrió.
-Oh... Sho, lo siento mucho...- Le dijo, apoyando su mano sobre su hombro, el dominante negó.
-A veces pasan estas cosas. No importa...- Se forzó a sonreír.

Hinata se fue a Hyōgo con su familia apenas terminaron las clases.
Y sí, Osamu si fue a Hyōgo, recién operado.

El pelirrojo vio a sus abuelos, su abuela, la mujer Alfa que conocía al abuelo de Atsumu y Osamu desde que eran adolescentes, no dejó de molestarlo con que saliera con el rubio. Ambos adolescentes se reían avergonzados de lo dicho por la anciana.