Hinata y Kageyama se conocieron por casualidad.
Hinata y Kageyama se enamoraron por casualidad.
Hinata es torpe por casualidad.
Kageyama es sensible por casualidad.
No es casualidad que pese a amarse no se entiendan.
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Omegaverse
Hinata Alf...
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Hinata no era tímido. Para nada. Hablaba con todo mundo con facilidad y se amigaba de cualquiera que le pusieran en frente. Por eso, no se explicaba porque estaba tan nervioso de invitar a salir a Kageyama.
¡Había hecho cosas peores, como declararse a una niña frente a toda su primaria a los ocho años sin vergüenza!
Pero, por alguna razón, decirle a Kageyama "Oye me gustas, ¿Quieres tener una cita?" no le salía.
Así que, acompañando a Tobio a su casa de nuevo, Shoyo trató de ser valiente. -¡Tobi!- -¡H-Hinata!- Ambos exclamaron al mismo tiempo.
-Lo siento... Habla tú.- Dijo avergonzado el Omega. -¡N-no, no! Adelante.- El pelirrojo replicó. Tobio sonrió avergonzado antes de hablar. -B-bueno... Quería preguntarte si... Estás libre el s-sábado... ¡Vamos a tener un partido! Y...- El Omega estaba avergonzado. -¡Sí! ¡Definitivamente iré a verte!- Dijo el Alfa emocionado. Kageyama se sonrojó, avergonzado por la emoción que mostraba el pequeño Alfa.
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-¡Oye, Shoyo! ¿Estás libre el sábado?- Dijo el rubio del lado opuesto a la línea. El pelirrojo hizo un ruido como si lo pensara. -No.- Respondió. -Aw. ¿No quieres cancelar tus planes? ¡Hay un restaurante que me encantaría probar contigo!- Dijo en respuesta el Alfa. -Otro día, Tsumu. Voy a acompañar a Tobi a un partido.- Escuchó la queja del Alfa rubio.
-Ush, ahora que tienes novio ya me ignoras.- El pelirrojo rió suavemente. -No es mi novio... Todavía.- Sonrió para sí mismo.
-A parte, no nos hemos hablado en un año, ¿Qué otra cosa esperabas?- -¿Auch? Que cruel eres.-
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Hinata se sentó relativamente cerca de la cancha, mirando todo. A su lado se sentó la hermana de Tobio, con quien había tenido el gusto de hablar más de una ocasión.
-Hola, Hinata.- Le dijo ella cordialmente. -¡Hola, Miwa! ¿Vienes a ver a Tobi también?- Le dijo sonriente, la Beta le respondió la sonrisa. -Sí, pero no le digas que vine. Se pone nervioso.- Le dijo, colocando su dedo índice sobre sus labios. -Oh, bien.- Le dijo, tapando su boca con ambas manos.
El partido comenzó. Hinata y Miwa definitivamente estaban muy concentrados en ver los movimientos del colocador. El azabache se veía realmente aterrador al jugar en serio.
Cuando lo mandaron a la banca, el Omega buscó con la mirada al Alfa pelirrojo. En cuanto lo divisó, sus mejillas se sonrojaron, una torpe e improvisada sonrisa se formó en sus labios y lo saludó con la mano. El pequeño Alfa respondió el saludo de igual forma, con una sonrisa de oreja a oreja.
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Karasuno ganó, como Hinata se esperaba ya. -¡Jugaste muy bien, Tobi!- Le dijo tiernamente el Alfa, el azabache se ruborizó antes de sonreír torpemente. -Gracias...- El mayor sonrió y lo tomó de la mano, llevándoselo lejos. -¿Quieres hacer algo más? Le pedí a mi papá que me adelantara la mesada, así que puedo llevarte a donde quieras hoy.- Le dijo orgulloso el Alfa, Tobio rió suave y torpemente.
-Vayamos a dónde tu quieras... S-Shoyo.-
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