capítulo 10

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Si me hubieran dicho que me volvería a encontrar con esta chica hubiera pensado que era una locura...Pero aquí estoy, parada frente a su puerta.

Verán, la cuestión es la siguiente, ella es Miranda, la exnovia de Deivid. Si, fuerte lo sé, pero la cosa es más compleja de lo que parece, ya que prácticamente yo fui los cachos de esa relación... Osea que Deivid se metió conmigo estando ya con ella.

Aún recuerdo ese día que los vi en la plaza besándose...

Voy camino a casa, hoy salí una hora antes de lo normal, fue un día intenso en el colegio, solo quiero llegar a casa, bañarme y ver si Deivid me ha escrito, después de lo que pasó en la boda de su hermano nos hemos está escribiendo y viendo casi todos los días, no hemos formalizado la relación, pero como van las cosas... Ya casi que es oficial, y eso me emociona más de lo que pensé.

Voy por la plaza cerca del instituto, me voy caminando a casa, total no es tan lejos.

Ojalá y mamá me haya dejado el almuerzo listó...

«¿Acaso ese es Deivid?»

No me lo puedo creer, está sentado en una banca de la plaza, probablemente está por aquí para hacerme una sorpresa, aunque no se como se enteró que salí temprano, pero no me quejo.

Asi que con una sonrisa en la cara me acerco a mi casi novio.

Pero entonces veo que una chica pelirroja se le acerca con una inmensa sonrisa y dos helados, le entrega uno y le deposita un corto pero muy tierno beso en los labios... En esos labios que ya ma han besado, y cuando lo hizo me perdí en ellos, ahora... Ahora besan otros labios.

De una sola frenada me detengo, no lo puedo creer.

«Esto no puede estar pasando, no a mí»

Siento como mis ojos se llenan de lágrimas, me doy la vuelta para que no me vean y salgo corriendo hacia mi casa.

Nunca pensé que me volvería a conseguir con ella, y menos que fuera mi vecina del frente.

Al final las cosas no terminaron bien para ambas con respecto a Deivid, porque a mí me mintió diciendo que ella no era nada para el... Pero al final me rompió el corazón , y ella, puessss... No se como quedaron las cosas entre los dos, pero el se fue del país y tiene novia por allá, así que asumo que no le fue tan bien como yo hubiera creído.

— ¿Que haces aquí? — me pregunta sacándome de mis pensamientos.

Se que la que debería estar molesta es ella, ya que yo fui la que me metí en su relación, obvio sin darme cuenta, pero aún así la que se molesta al verla soy yo, ella por su parte, solo muestra confusión y sorpresa al verme por aquí, no se si ella me llegó a odiar por lo que pasó, pero esperemos que si llego a hacerlo tanga la consideración de prestarme para llamar.

— Hola Miranda — la saludo casi a regañadientes, por más que me caiga mal, es mi única esperanza para llamar a mamá, porque pedirle el favor a ella es más fácil que a otro vecino que no conozca, aunque parezca raro decirlo — espero que no te moleste pero... ¿Me puedes prestar para llamar? ¿porfavor?

Ella se me queda mirando con el ceño fruncido, pero finalmente suaviza el rostro y me da una sonrisa de medio lado.

— Bueno... Si, si te puedo prestar, espera aquí — me dice llendo a buscar un teléfono.

Yo solo me quedo parada ahí sorprendida por su amabilidad, la última vez que hable con ella no me trató tan amable que digamos...

— Aquí tienes — me dice extendiendo el que creo es su teléfono.

Corazón Herido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora