capitulo 19

3 1 0
                                    

Estaré dejando algunas frases al inicio. En algunas ocasiones coincidirá con lo que pasa en el capítulo.

Es más sano hablar y sacar las penas fuera, que acumularlas dentro.

Nos sentimos solos porque nosotros no damos el primer paso para abrirnos.

Si pones toda tu afectividad en una sola persona corres el riesgo de hundirte al perderla.

En tu vida no puede haber solo un foco de atención.

Juliette

-Ven - le digo sentándome en el mueble y ofreciéndole un puesto a mi lado - ¿Que puedo hacer por ti?

Sentándose a mi lado toma una respiración profunda y veo que algunas lágrimas salen corriendo por sus mejillas.

«¿Esta llorando? ¿Y ahora que hago?»

- Solo necesito que me escuches, necesito a quien decirle todo lo que llevo dentro. No quise acudir a Sebastián porque no quiero ser una carga para el, ya tiene muchas cosas con las que lidiar.

«¿Sebastián?, ¿Que le pasa?»

Concentrate, el está mal, y necesita de ti para ser ese hombro donde llorar y esos odios para escuchar.

- No se que hacer, tengo tantas cosas en la cabeza, tantas cosas que hacer. Las cosas en mi-i casa son...- se le quiebra la voz - un desastre, mis papás se están peleando-o a cada minuto, apa-arte de que salen y me dejan solo-o con mi hermano m-menor - rompe a llorar - cr-reo que se van a divorciar, y n-no se que hacer, co-omo decirle eso a mi hermano-o. Apenas es un niño y...

Se queda en silencio, llorando desconsoladamente.

Me paro del mueble y me arrodilló frente a él para abrazarlo.

- Déjalo salir - le recomiendo mientras le sobo la espalda - no es bueno que te guardes todos esos sentimientos.

El me devuelve el abrazo mientras llora, dejando salir todas esas lágrimas que probablemente a estado reprimiendo.

- Sabes que estoy para ti, soy tu amiga - porque ya me considero una, y mientras pueda ayudarlo, lo haré - no tienes que pasar los problemas tu solo, siempre en medio de la tormenta tendrás personas que te apoyen, y yo será una de ellas.

Le digo esas palabras porque cuando yo necesitaba ser consolada, me hubiera gustado escuchar unas palabras como esas. Siempre he pensado que tengo que tratar a los demás como yo quisiera que me tratarán, aunque no había tratado a alguien durante un tiempo.

Después de unos minutos deja de llorar, solo está suspirando y abrazándome, esperando a que se le regule la respiración.

No pregunto nada, no quiero agobiarlo con preguntas sobre que pasó con Sebastián o sobre su familia, porque se que en estos momento, lo que menos quiere el es estar respondiendo preguntas sobre un tema como ese.

- Gracias - habla mientras se endereza y me mira a los ojos - no sebas cómo me has ayudado.

Yo me siento a su lado y pondo mi cabeza en su hombro mientras lo abrazó de lado.

- Para eso están los amigos ¿Verdad?

No quedamos callados disfrutando de este silencio, no es uno incómodo, si no más bien uno de paz y tranquilidad.

- Quiero que sepas que aunque no te conozco del todo, siempre estaré para ti, porque se lo que es querer tener un hombro donde llorar y contar todo lo que hay adentro guardado. Y créeme, que mientras pueda, sere esa persona.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 4 days ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Corazón Herido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora