capítulo 13

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Me encuentro caminando en círculos al rededor de mi sala. He dejado el teléfono en la casa de Sebastián, y lo más lógico es que valla, toque la puerta y pida mi teléfono... Peroooo, el problema es que sus papás están ahí, no puedo llegar y decir: Hola como están, vengo a buscar mi teléfono que deje en el cuarto de su hijo cuando vine a visitarlo y salí por la ventana de su cuarto.

Definitivamente no es una opción.

Solamente ve y ya, de lo contrario te quedarás sin teléfono.

«No es tan fácil como lo dices.»

Sólo ve, di que lo vas a visitar y buscas tú teléfono.

«Bueno, si es tan fácil como parece»

Entonces salgo y me voy directo hasta la casa de Sebastián.

Una vez que estoy al frente de su casa tocó el timbre, cruzando los dedos para que me atienda Kamila y le pueda decir la situación.

La puerta se abre y veo que es... ¿Oscar?

—¿Que haces tu aquí?

—Hola princesa, yo también estoy feliz de verte.

— Oye solo vengo a ver a Sebastián, ¿Puedo pasar?

— Claro, acompañame — me sorprende la seriedad que tomo Oscar, el tiempo que lo llevo conociendo ha sido el clásico bromista, pesado pero coqueto — yo acabo de llegar, aún no lo he visto pero según lo que me dijo Karol no está en su mejor momento.

— Mmm — digo como si no sé que está mal — tel vez por eso no fue a clases estos días.

— El lunes, el día que te lleve al colegio, primero fui a la casa de sebas, pero me dijo que no quería ir al colegio, la verdad es que lo comprendo, y pues me vine por la ruta que tomo cuando lo se va conmigo al colegio, y ahí me conseguí contigo.

Entonces nos detenemos al frente de la puerta de su cuarto. Oscar entra sin tocar  y puedo oír como molesta a sebas antes de avisarle de mi presencia.

— Oye te tengo un regalito — le oigo decir con un tono burlón — ¡Pasa princesa!

Entonces paso al cuarto y veo que Sebastián pone una cara de confusión. Rápidamente le hago una seña para que no diga nada.

— Hola Sebastián — digo antes de que diga algo — solo vine a ver cómo estás, no te he visto estos días en el colegio.

— ¿Hola? —dice confundido por lo que acabo de decir — solo he tenido un malestar.

— Mmm — dije desviando la mirada de el para ver si veo mi teléfono — ¿Cuando crees que volverás al colegio? — le pregunto, no solo para llenar el silencio, si no, porque de verdad quiero saber — la semana que entra vienen varios exámenes.

— Estoy seguro que para la semana que viene estaré bien — me dice con una sonrisita en el rostro — lo único es que necesitaré tu ayuda para los exámenes, necesito que me expliques algunas... Clases, si no... Mmm... Si no es mucha molestia para ti...

— No no, tranquilo — le respondo rápidamente — claro que puedo.

— Yo también te puedo ayudar — di un pequeño respingón al escuchar la voz de Óscar, se me había olvidado que estaba aquí, me concentre tanto en sebas que se me olvidó su presencia — se que no eres muy bueno en matemáticas, ni física, ni quimi...

— Entendí Oscar — le corta Sebastián algo irritado — se que cuento contigo.

Oye la conversación está bonita y todo pero espero que no se te olvidé el motivo por el que volviste.

Corazón Herido Donde viven las historias. Descúbrelo ahora